
El plato principal de mújol en la espectacular terraza de El gato blanco.
Este es el restaurante en un pueblo de Alicante que te recordará a Santorini: arroz perfecto sin gastar un dineral
Una privilegiada posición frente a la playa y platos de alta cocina en uno de los menús más ajustados de la provincia.
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Una amplia terraza con espectaculares vistas al mar encuadra la cocina de Federico Pian. En ese marco propone una cocina de autor a un precio irresistible que le sitúa entre las ofertas destacadas de la provincia de Alicante.
El diseño de su terraza transporta al comensal con facilidad al paisaje de cualquier isla mediterránea con sus tradicionales y coloridas sillas y mesas de madera, en una demostración del gusto que mantiene tras una experiencia en restaurantes Michelin.
Desde una mesa en la esquina y con un día que podría ser de avanzada primavera en pleno enero, Pian cuenta que "la temporada de otoño y invierno, es una de las temporadas que me gusta más, más que nada por las verduras".
El menú de El Gato Blanco se ajusta cada semana según los productos de temporada, ahora con esas deseadas alcachofas, un pescado azul como el mújol, o unos meses antes con las setas o la calabaza. "Son ingredientes que me gusta mucho tocar", afirma.
Pian se siente afortunado de contar con una lonja como la de El Campello, que aunque "no hay una grandísima cantidad", de ella valora en particular que "realmente es todo súper fresco" tanto como "el contacto también directo con el proveedor, para mí es un tesoro".
Y a eso añade el contar con los mercadillos de frutas y verduras del miércoles y el domingo que le permiten abastecerse. "Es una pasada estar en contacto realmente con el ingrediente, con mucha gente que lo trae de la Vega Baja y que luego nosotros tenemos que transformar".
A partir de ahí crea un menú con una ostentación de su saber hacer. Seis pequeños entrantes demuestran su creatividad, gusto por el detalle y capacidad técnica. Estos, además, compiten entre ellos por lograr un hueco, aunque uno en particular es incapaz de retirarlo.
El ravioli de cuatro quesos "es el plato que nunca he podido quitar" porque cuando ha llegado a hacerlo "se ha quejado realmente la gente". Hecho enteramente de estos lácteos, es ligero y sabroso, como el resto de estos deliciosos entrantes.
Al hablar de lo que es esta primera selección con que conquista al cliente, Pian se transforma y transmite el entusiasmo con que concibe la cocina. "Lo bonito, imagínate que ahora tienes una vitrina y vas a ir escogiendo tapas y hay veces que te gustaría probarlo todo. ¿Por qué no?", razona.
La estrella
Pero la estrella de la casa es, sin duda, el arroz.

El cuidado por el detalle en El Gato Blanco lo aplican tanto en la cocina como en su presentación.
"Cada vez vendo más arroz", asegura el chef, quien ofrece una variedad de arroces para todos los gustos, desde el clásico arroz de pescado hasta opciones más innovadoras como el arroz de cordero.
"Me gusta ofrecer a mis clientes una experiencia que les haga sentir como en casa", explica el chef, quien se preocupa por crear un ambiente acogedor y cercano. "Al final por eso estamos, para cocinar y para compartir", razona.