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Alicante, gracias a su ubicación privilegiada, se ha convertido en un destino cada vez más deseado para quienes buscan un lugar donde establecerse y disfrutar de todo lo que ofrece.
Su diversidad abarca múltiples sectores, desde el turismo y el ocio hasta sus paisajes naturales y su inconfundible gastronomía.
Esta región es un equilibrio perfecto entre tierra y mar. Aunque su fama internacional está ligada a la paella, en sus rincones también se esconde un plato que refleja la esencia más pura de sus aguas: la sopa de pescado.
Ingredientes para la sopa de pescado valenciana
- 1,5 L de Caldo de pescado o fumet
- 20 Langostinos crudos
- 350 gramos de Almejas
- 700 gramos de Pescado blanco (bacalao, rape, merluza...)
- 1 Cebolleta pequeña
- 1 Puerro pequeño
- 1 Apio pequeño
- 1 Zanahoria
- 15 mL de Pulpa de pimiento choricero o ñora
- 1 hoja de Laurel
- Media cucharadita de pimentón dulce
- Pimentón picante al gusto
- Una pizca de azafrán
- 120 mL vino blanco
- Pimienta negra molida
- Perejil fresco al gusto
- Tomillo seco (opcional)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Paso 1
Si ya tienes fumet casero, puedes saltarte este paso. Si no, improvisa rápidamente usando las cabezas y cáscaras de los langostinos y las espinas o cabezas de pescado, si las hay. Quedará mucho mejor que un caldo industrial.
Paso 2
Pon las almejas a remojo en agua fría. Lava y pica finamente las verduras (zanahorias, puerro, apio y cebolleta). Extrae la pulpa del pimiento choricero o ñora, o usa porciones congeladas si tienes. Usa los restos de las verduras para el caldo.
Paso 3
Pela los langostinos sobre una cazuela para recoger los jugos, reservando los cuerpos limpios. Calienta dos o tres cucharadas de aceite de oliva, añade las cáscaras, cabezas y, si tienes, espinas de pescado. Saltea con sal y pimienta a fuego alto hasta que doren un poco. Cubre con menos de dos litros de agua, lleva a ebullición, y cocina 20 minutos a fuego bajo. Colar y reservar.
Paso 4
En una cazuela limpia, calienta un poco de aceite y sofríe las verduras con sal, pimienta, laurel y pulpa de pimiento durante 8 minutos. Añade pimentón y azafrán, mezcla bien y vierte el vino. Deja que evapore el alcohol, cubre con un litro de caldo y cocina 10 minutos. Tritura con la batidora para espesar el caldo.
Paso 5
Añade el pescado limpio y troceado; tras 5 minutos, incorpora los langostinos. Cuando tomen color, añade las almejas escurridas, tapa y deja que se abran. Ajusta la cantidad de caldo si es necesario. Retira el laurel, corrige la sal y sirve caliente con un toque de pimienta recién molida y hierbas como perejil, eneldo o tomillo.
Este caldo tradicional es mucho más que una receta; se trata de una auténtica oda al Mediterráneo, a sus habitantes y a la riqueza inagotable de sus costas. Los pescadores, al regresar con sus redes llenas, reservaban las piezas menos comerciales pero igual de sabrosas para sus hogares. Así nacía esta sopa, un plato humilde pero majestuoso, en el que los sabores marinos se concentran como un poema salino.
El secreto de la sopa de pescado valenciana radica en la sencillez de sus ingredientes. Pescados frescos como el rape, la merluza o incluso pequeños peces de roca forman el corazón del caldo.
A estos se unen los clásicos del recetario español: tomate maduro, cebolla, pimientos rojos y ajos, sofritos con aceite de oliva virgen extra hasta liberar todo su aroma.
Pero lo que distingue a esta sopa es la presencia de la ñora, un pequeño pimiento seco que aporta un toque ahumado y dulce, tan característico de la cocina levantina. Un chorrito de vino blanco eleva el conjunto, mientras que un puñado de arroz o pequeños trozos de pan tostado suelen sumarse para dar cuerpo al plato.
Servida caliente, la sopa de pescado valenciana es un ritual que conecta el paladar con la brisa marina. En cada sorbo, se percibe la tradición de generaciones que han cocinado este plato con amor y respeto por el entorno. Es un recordatorio de que la cocina, en su esencia, es el arte de transformar lo cotidiano en extraordinario.
Para los que buscan una experiencia auténtica, nada como acompañarla con un vino blanco de la región, fresco y afrutado, que contraste con la intensidad del mar en el plato. La sopa de pescado valenciana es más que un alimento: es un viaje sensorial al corazón del Mediterráneo.