El pantalón aún tiene que evolucionar muchísimo. Ese es el punto de partida del trabajo que se aplica Claudia Martínez. Desde Castellón esta diseñadora de moda da el salto esta semana en Madrid donde presentará la nueva etapa de su marca Lamner en Allianz EGO Confidence in Fashion.
Días antes de dar ese paso reconoce en esta entrevista a El Español que, pese a su voz tranquila, está nerviosa por lo que tiene que mostrar. Si en poco más de un año que lleva con su marca en la calle se había centrado en el pantalón, esta "es la primera vez que doy visibilidad a la parte de arriba".
Y para hacerlo ha creado una compañía ficticia para un mundo distópico en la que las piernas siguen siendo las protagonistas, pero acompañadas esta vez por prendas en las que su discurso se amplía. Todo ello para "tratar de crear el pantalón espacial perfecto".
"Tengo la sensación de que la gente se empieza a vestir por arriba y sigue una linealidad hacia abajo", razona sobre un camino que ella decidió emprender para ir más allá de una pieza que complemente al protagonismo de una camiseta. Y bromea sobre el icono de la moda en la ficción al que ve posible romper con ese hábito, "quizás Carrie Bradshaw empieza por los zapatos de Jimmy Choo".
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"Cambiar esa mentalidad" general en la que el pantalón es poco menos que un comodín es el objetivo de su plan de conquista del sector de la moda. Y a eso se ha dedicado poco a poco desde que se instaló en Madrid para impulsar Lamner. "Empecé con un proyecto de sastrería a medida", explica sobre su pasión por la costura que ahora da paso a una mayor escala de los procesos para atender la demanda.
En los cortes, combinaciones de texturas y colores pone en evidencia lo que ella consideraba una obviedad al dejar atrás la carrera de psicología y embarcarse en el diseño de moda, "me parecía la prenda que más necesitada estaba de desmarcarse, aún tiene que evolucionar muchísimo".
Un planteamiento en el que aclara tenía claro que veía que esa transformación "no solo se debía porque tiene una connotación social diferente en un género u otro", es por "la manera de trabajarlo". De hecho, considera que, "en el caso de la mujer, la sastrería incluso ha quedado un poco intacta".
Al plantear ese ideario en Lamner va más allá porque aunque "me gusta mucho basarme en el origen, potenciar que sea para mujer porque le veo una necesidad mayor a impulsar esa prenda en el armario de la mujer, al final no me gusta hablar de géneros". Por eso cuenta que entre los chicos también gustan mucho sus diseños, ayudada porque "las líneas son muy unisex".
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A través de su página web y su perfil de Instagram ya vende sus diseños, antes de la revolución que vivirá en la línea para jóvenes diseñadores de la semana de la moda de Madrid, la Allianz EGO. "Soy una marca muy pequeña", cuenta con modestia, "y que hayan visto una visión y una posible proyección es una oportunidad". Aunque aún queda por saber quién será el ganador este año, "el premio ya es que se hayan fijado en mí, es una visibilidad para nuevos clientes".
Antes de que se decida quién gana el premio Confidence in Fashion, Claudia Martínez ha aprovechado su Castellón natal para concentrarse y dar los últimos toques previos a la colección. "A veces los diseñadores parecemos una especie en extinción. Yo aún no encuentro los pantalones que quiero, los que quiero los hago", concluye.