La quinta ola de Covid-19 está sacando los colores a la Conselleria de Sanidad de la Comunidad Valenciana que dirige la socialista Ana Barceló. Los colectivos médicos llevan semanas anunciando lo inevitable: el colapso de la Atención Primaria en los centros de salud. No se les ha hecho caso. Largas colas para pedir cita y jornadas maratonianas, están a punto de soliviantar a los sanitarios aplaudidos al principio de la pandemia.
Desde el Sindicato Médico (CESM) tienen claro quién es el responsable de esta situación: la imprevisión y falta de planificación de la Conselleria que por ahorrarse unos cuantos sueldos durante poco más de un mes han dejado sin efectivos a la primera línea de lucha contra el virus.
¿Cómo se le ha ocurrido a la Conselleria mantener los niveles de refuerzo vacacional de los médicos en niveles precovid de entre el 20 y el 25%? de la plantilla? ¿No se les ocurrió que podría llegar una nueva ola? ¿Por qué se despidió hace dos meses a los refuerzos contratos para la pandemia? ¿Por qué hemos sido la última comunidad en sacar la bolsa de trabajo para las vacaciones de verano?
Todas estas preguntas se las hace Víctor Pedrera, secretario general de CESM. Según explica, los médicos vacunados que se han contagiado en las últimas fechas (se han multiplicado por 12 lo casos) lo hacen de modo proporcional a la incidencia en la población general del virus y las nuevas cepas.
Menos orden, más contagios
"El problema es que este verano nuestra plantilla está mermada en torno a un 30 o 40% por la falta de previsión de la Conselleria. Aumenta el turismo, los médicos se cogen sus vacaciones, aumenta la incidencia y los que se quedan tiene que trabajar el doble o más", señala Pedrera. Esta misma mañana ha recibido una queja de una compañera de Valencia que el pasado lunes tuvo que atender a 96 pacientes.
"Atender a más de 30 pacientes en una jornada de siete horas es mal trabajar, para ellos y para nosotros, porque no te da tiempo a ver tantos casos", señala Pedrera. A lo que añade que además existen elementos de protección, "pero uno de esos elementos es el orden en las consultas. Una avalancha de pacientes aumenta la probabilidad de contagios de los médicos poniendo en riesgo su propia salud".
Preguntado sobre el despido de los refuerzos del Covid, 3.500 sanitarios, a finales de mayo y muchos de ellos por Whatsapp, Pedrera es contundente. "Ya lo dijimos, no solo nosotros, sino en la Mesa Sectorial todos los sindicatos. Fue una falta total de previsión y planificación, no sé si suscitada porque los contagios entonces estaban bajando. pero era de esperar que ahora estemos como estamos".
De esos 3.500 sanitarios despedidos alrededor de 350 fueron médicos. Y fueron bajas precisamente en Atención Primaria y dentro de la asistencia hospitalaria, en Urgencias. La Conselleria de Ana Barceló primero negó los despidos y luego lamentó no encontrar médicos suficientes para cubrir las vacaciones.
Si se tiene en cuenta que un tercio de la plantilla se coge vacaciones en cada uno de los tres meses de verano, es el cóctel perfecto para desatender la primera línea contra el Covid en los centros de salud. Además, se da la circunstancia de que parte de los profesionales de la Atención Primaria también han sido desplazados a trabajar a los vacunódromos.
"Fue una improvisación total que no tiene explicación. A esto se añade que hemos sido la última Comunidad en presentar el plan para cubrir las vacaciones. Murcia lo hizo antes y en mejores condiciones y por eso ahora la Atención Primaria en los departamentos de Torrevieja y Orihuela está como está", señala Pedrera.
MIR sin vacunar
El Sindicato Médico denunció la semana pasada que los médicos en formación (MIR) que se están incorporando al trabajo lo hacían sin vacunar. Ayer, desde el CESM explicaron que "desde la Conselleria se ha comunicado que se ha procedido a iniciar la vacunación de este personal sanitario en formación, consecuencia de lo cual algunos de ellos han recibido ya una dosis de la vacuna".
"No obstante, el poco tiempo transcurrido desde la administración de esta vacuna hasta la incorporación en sus respectivos destinos, provoca que su inmunización sea incompleta", añaden.
"Esta situación de vulnerabilidad por la alta exposición en el entorno sanitario, intensificada por un contexto epidemiológico actual adverso, nos lleva a solicitar a la
Conselleria que extreme la máxima protección de este personal", concluyeron.