La sexta ola de Covid-19 sigue cebándose con el personal sanitario de la Comunidad Valenciana, después de haber sumado en las últimas dos semanas 510 nuevos casos positivos. Se trata del segundo peor dato de España, solo por detrás de Galicia (ha reportado 531 en el mismo periodo), con el matiz de que la Comunidad Valenciana tiene, con diferencia, las mayores cifras de profesionales positivos por Covid desde que estalló la pandemia: 16.319, casi el triple que la sanidad gallega (6.502).
En este histórico de contagios entre sanitarios la única autonomía que se acerca a la valenciana es Cataluña, con 15.972 positivos. Durante algunas semanas incluso la superó, pero la Comunidad ha vuelto a recuperar el liderato en la sexta ola y es la única región de España que supera los 16.000 contagios entre los profesionales sanitarios.
En la estadística destaca el hecho de que zonas con mayor población, o incluso con un ratio mucho más alto de sanitarios por habitante, tengan menos casos de Covid-19. Es el caso de Andalucía, con 13.414 positivos y 283 diagnosticados en los últimos 14 días; o Madrid, con 9.022 contagios, 188 en las últimas dos semanas.
La preocupación de la situación en la Comunidad Valenciana ha llevado a la Conselleria de Sanidad a enviar comunicados a algunos departamentos de salud pidiendo a los sanitarios que no se junten en comidas o cenas privadas, y recordándoles que "todos los profesionales sanitarios de actuar como Agentes de Salud, promocionando las conductas preventivas más allá del ámbito sanitario, en el hogar y en el ámbito social".
Se da también la circunstancia de que actualmente la Conselleria de Sanidad se encuentra inmersa en la campaña para suministrar dosis de refuerzo a todo el personal de hospitales y centros de salud (aunque los médicos de la privada han denunciado que no saben cuándo ni cómo la recibirán), y que la pauta completa pierde hasta la mitad de su efectividad ocho meses después de suministrar la segunda dosis.
La falta de protección
El alto nivel de contagios entre sanitarios ha tenido también una derivada judicial en la Comunidad Valenciana, donde un juzgado de Alicante llegó a condenar a la Conselleria de Sanidad por no procurar equipos de protección (EPI) adecuados a los médicos durante la primera ola. El fallo fue anulado posteriormente por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad Valenciana, pero con el objetivo de que se volviese a dictar teniendo en cuenta las indemnizaciones.
En total, y tal como adelantó El Español, el representante jurídico de los galenos solicitará entre 2.500 y 45.000 euros a la Administración autonómica, en función del nivel de contagio al que estuvieron expuestos los profesionales así como su gravedad.
Asimismo, el pasado 30 de noviembre el Juzgado de Instrucción número 1 de Valencia admitió a trámite una querella del Sindicato Médico por este mismo motivo: la falta de EPI al principio de la pandemia. En un comunicado, los representantes de los médicos aseguraron que "la primera obligación de cualquier empresa, incluida la Administración, es la de velar por la protección de la salud e integridad de todos sus trabajadores, lo que a nuestro juicio no aconteció".