Los dibujos son la forma de expresión que los menores suelen tener más a mano. Sin la capacidad de verbalizar sus preocupaciones, en muchos casos, o de poder exteriorizarlas por un bloqueo emocional, sus trazos suelen acabar revelando la dura realidad del maltrato infantil y de la violencia de género. El resultado son 60 láminas realizadas por niños y niñas entre los 6 y 16 años, cuya exposición itinerante 'Crecer con miedo, niñas y niños ante la violencia de género' se puede ver hasta el 30 de abril en tres sedes diferentes de Alicante (localizaciones al final del artículo). 

Organizada por la Comisión para la investigación de malos tratos a mujeres, pionera en la lucha contra esta lacra desde 1977 en todo el país, se trata de una muestra que lleva cerca de dos años siendo exhibida en numerosas localidades del país y que llega a la capital alicantina de la mano de la Subdelegación del Gobierno de España. 

Hay dibujos, la inmensa mayoría, muy explícitos. En uno se ve al autor, un niño, con cara de aterrado, porque está siendo cogido del cuello tanto él como su hermana pequeña, cuya cara es de tranquilidad, "seguramente porque no termina de ser consciente de lo que está pasando", relata la presidenta de esta ONG, Susana Martínez Novo. Ambos están siendo agredidos por una figura alargada que se interpreta como la del padre, en un retrato "en el que no se escapa nadie, ni la mascota", recuerda, que también está agarrada del cuello.

Luego hay otro, también muy representativo, que expuso esta experta en su presentación el pasado miércoles, en el que se ve la cara de una niña llorando, en primer plano y al lado la pelea que está habiendo entre sus dos progenitores, uno de los cuales, la madre, también está llorando mientras la menor queda apartada por una especie de barrera, representada con una línea semirrecta, que viene a decir que "ell, pese a que lo está viendo todo, no puede actuar y se siente frustrada".

En la exposición también hay varios dibujos de animales en los que el padre es, claramente, el depredador que adquiere la forma de gorila o cocodrilo. "Nos resultó curioso cómo el progenitor violento era un animal con colmillos, generalmente grande e intímidamente por tener más fuerza física que el resto de la familia, que son animales más pequeños". 

Y, por último, también hay una gama de dibujos de adolescentes, como el de un niño de 16 años, quien es totalmente consciente de lo que le está pasando en casa y se dibuja con heridas en un hombro; otro niño, en cambio, "se ha vendado entero como una momia porque sus heridas le cubren todo el cuerpo".

Cómo surgen los dibujos

Preguntada a esta letrada especialista en Derecho de Familia, explica que el contexto de estos dibujos es los niños y niñas cuyas madres estaban siendo atendidas por los profesionales que tiene su organización en diferentes sedes. 

Los menores, muchos de ellos agredidos, también son atendidos en sesiones de terapia que incluye la arte terapia o los talleres de expresión emocional, entre otros, con los que encuentran "un espacio amigable" donde poderse expresa libremente con sus dibujos.

"A veces se les daba una propuesta genérica del tipo sus animales favoritos, otras de las cosas que les daban miedo y ellos de forma espontánea se dejaban llevar en sus trazos sobre lo que les atormentaba", explica Martínez Novo.

El padre, el agresor

Durante la conversación, la presidenta de esta organización deja claro que, "salvo casos puntuales", es el padre, y no la madre, la que agrede al hijo o la hija. "Las estadisticas demuestran fehacientemente una desproporción absoluta de los hombres a los menores", sostiene.

También alude a otros datos, también evidentes de los asesinatos cometidos por progenitores en las últimas décadas: "La inmensa mayoría ha sido por los padres en régimen de visitas con sus hijos", sentencia. El último, en Sueca a principios de mes, cuando un padre mató a cuchilladas a su hijo de 11 años antes de que lo recogiera su madre.

Sobre la nueva Ley de Protección a la Infancia frente a la violencia que se está tramitando en las cortes, Martínez Novo la califica de "gran avance", pero a su vez pide celeridad a los políticos: "Necesitamos que realmente se aplique y sea efectiva porque deja muy claro lo que veníamos diciendo y defendiendo de que los hijos son victimas directas, y no indirectas, de la violencia".

Asimismo, confía en que, bajo este nuevo marco legal, se reduzca la violencia, no solo en la que se produce en los hogares, también fuera como el bullying, el acoso sexual o el relacionado con la pornografía y las nuevas tecnologías. 

Estos dibujos estarán expuestos hasta el sábado 30 de abril, de 9 a 14 horas, en las sedes oficiales de Alicante de:

⦁ Oficina de Extranjería, C/ Ebanistería, 4.

⦁ Colegio Oficial de Enfermería, C/ Capitán Demá, 16

⦁ Colegio Oficial de Psicología, Av. General Marvá, 16