El incendio forestal que se declaró alrededor de las 21.38 horas de este sábado en la Vall d'Ebo (al noreste de Alicante, en la comarca de la Marina Alta) calcina ya más de 3.500 hectáreas -en un perímetro de 30 kilómetros- y los responsables del dispositivo de Emergencias han empezado a desalojar a unas 1.000 personas de las viviendas diseminadas de la urbanización El Calvari de Pego y de los núcleos de Benirrama, Beniali y Alcalá de la Jovada.
Instantes captados por el Consorcio Provincial de Bomberos de Alicante sobre las tareas de extinción.
Según ha informado el secretario autonómico de Emergencias, José María Ángel, se ha ordenado el desalojo a las Fuerzas de Seguridad y se ha comunicado esta información a los alcaldes de las poblaciones afectadas. A los desalojados se les ofrece acogida en el Espai Veinal de Pego, ha informado la Generalitat.
Por otro lado, la consellera de Justicia, Gabriela Bravo ha asistido a una reunión en el puesto de mando avanzado (PMA) donde también ha participado el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón. Han llegado a participar un total de 16 medios aéreos en tareas de extinción.
También operan en la zona unos 250 profesionales de los servicios de Emergencias, más 140 soldados de la Unidad Militar de Emergencias, cuya colaboración se solicitó anoche.
Bomberos intentan apagar uno de los focos.
"La extinción está siendo muy complicada porque concurren todos los factores determinantes: viento, altas temperaturas, baja humedad y una orografía muy complicada. Hay zonas a las que los medios terrestres no pueden acceder", ha confesado Bravo.
Hasta ahora, los medios aéreos y terrestres que trabajan en la extinción del incendio forestal concentran sus esfuerzos en impedir que el fuego avance hacia la Vall de la Gallinera, según ha señalado el secretario autonómico de Seguridad y Emergencia en la mañana de este domingo.
Se trata del último incendio fuerte en la provincia de Alicante después de que en la mañana de este domingo se declaran extinguidos los de Guardamar del Segura y la sierra de Callosa, también originados, en un principio, por las altas temperaturas provocadas por el fenómeno meteorológico del reventón cálido.
El incendio comenzó sobre las 22 horas y, según ha señalado José María Ángel Batalla, el fuerte viento que había en la zona, de más de 50 kilómetros por hora, las altas temperaturas y la dificultad orográfica, al ser un lugar lleno de barrancos y desniveles, impidió que los medios terrestres pudieran frenar el inicio del fuego.
Imagen del puesto de control en el que ha estado la consellera Bravo y Mazón.
De forma rápida, ha indicado, tuvo una gran expansión y se produjo por diversos frentes, lo que llevó a Generalitat a solicitar el apoyo de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que se incorporó sobre las cuatro de la madrugada y permitió redistribuir los efectivos terrestres para minimizar la evolución del fuego.
A primera hora de este domingo se han incorporado los medios aéreos, aunque la existencia de gran cantidad de humo impide en algunos lugares hacer las descargas de agua y de retardantes.
Este mediodía se celebrará una reunión en el Puesto de Mando Avanzado, al que acudirá la consellera de Justicia, Gabriela Bravo y en la que se hará una nueva valoración del impacto del incendio, en el que todos los operativos están concentrados para que no evolucione hacia la Vall de la Gallinera.
Una zona calcinada tras el paso del fuego.
Originado por un rayo
El origen del fuego se ha debido a "un rayo de una tormenta seca", ha dicho este sábado el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón.
Y es que, el fénomeno del reventón cálido que todavía sigue presente en la Comunidad Valenciana, está provocando un aumento sin precedentes de las temperaturas y, a la vez, un descenso de la humedad. Estos cambios, sumado al fuerte viento y a las tormentas eléctricas registradas, está no solo en el origen del fuego, sino en su propagación desde la noche de este sábado.