Detienen a un hombre en Alicante acusado de cometer, presuntamente y en cuestión de minutos, un robo con violencia e intimidación, un robo con fuerza en dos viviendas y un hurto en el interior de un vehículo. Y es que, los cuatro delitos de los que se le acusa fueron cometidos por el arrestado en un corto intervalo de tiempo.
El primero de los delitos cometidos por el detenido, tuvo lugar en la conocida playa del Postiguet en Alicante, donde este varón se acercó a las toallas de unos turistas franceses y sustrajo un teléfono móvil perteneciente a uno de ellos.
Uno de esos turistas, que presenció el hurto, avisó al resto del grupo con el que estaba. Fue entonces cuando siguieron al autor del robo para pedirle que les devolviera el teléfono móvil, a lo que el detenido reaccionó rompiendo una botella de vidrio contra una valla para acto seguido amenazar a sus perseguidores con herirles para poder huir.
Tal amenaza, junto con la agresiva actitud que mostraba el varón, consiguió intimidar a los turistas suficientemente, por lo que el autor del robo aprovechó el autor para huir a la carrera del lugar.
Los turistas llamaron inmediatamente a la Sala CIMACC del 091, personándose una patrulla de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional en el lugar, que atendieron a las víctimas del robo con violencia y recabaron los primeros datos acerca de lo ocurrido, centrándose en las características físicas y dirección de huída del presunto autor e iniciándose una exhaustiva búsqueda por las inmediaciones, movilizándose el resto de dotaciones de servicio.
Así las cosas, minutos más tarde, una patrulla de la Policía Nacional observó, no muy lejos de allí, a un varón que coincidía plenamente con las características aportadas por las víctimas del robo, interceptándolo para realizar las comprobaciones pertinentes y determinar si efectivamente se trataba del presunto autor de los hechos. En el mismo instante en el que el varón vio que los agentes se aproximaban a él, arrojó al suelo una bandolera de color negro, un teléfono móvil y una toalla de playa.
Continuó delinquiendo mientras huía
Cuando los agentes se encontraban identificando a este varón y recabando más datos, se acercó a ellos un trabajador que tenía estacionada cerca su furgoneta de trabajo, manifestando a los agentes que le habían sustraído una bandolera de color negro al ausentarse un momento del lugar, correspondiéndose a la postre la bandolera de este trabajador con la que el detenido había arrojado al suelo al percatarse de la presencia de los agentes.
Mientras tanto, acudieron las víctimas del robo con intimidación que tuvo lugar en la playa del Postiguet, quienes reconocieron a este individuo como presunto autor del robo, identificando el teléfono móvil recuperado por los agentes y que éste portaba previamente antes de tirarlo al suelo junto con la bandolera negra. Así, los policías, una vez determinada su presunta autoría en el robo con intimidación, detuvieron al varón que tenían retenido.
Por si esto fuera poco, los agentes de policía fueron requeridos, también en ese momento por los propietarios de dos viviendas cercanas, manifestando uno de los propietarios que un varón había intentado entrar a su vivienda por la terraza tras escalar por el muro perimetral y que le había sustraído una toalla de playa.
Y es que el varón intentó acceder también a su domicilio pero finalmente huyó al advertir la presencia del propietario de la vivienda.
Por otro lado, el propietario de la segunda vivienda asaltada, manifestó de igual modo a los agentes que un varón intentó entrar a su casa a través del patio, pero que el asaltante no pudo conseguirlo debido a la fuerte oposición que ejerció en esos momentos el propietario de la vivienda. Además, este propietario, había grabado todo lo sucedido con la cámara de su teléfono móvil, mostrando las imágenes a los agentes.
Ambos propietarios de las viviendas tampoco dudaron en reconocer al varón detenido por la policía como quien entró en sus respectivas viviendas, el mismo a la sazón que consiguió sustraer de una de ellas la toalla de playa con la que fue descubierto.
El detenido, de 30 años de edad, de nacionalidad marroquí, fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Alicante quien decretó libertad provisional a la espera de juicio.