Un juzgado de lo Penal ha condenado a un hombre a indemnizar con 3.000 y 1.650 euros a dos guardias civiles que resultaron lesionados en agosto de 2020 al ser embestido el vehículo patrulla que ocupaban por el turismo que conducía el acusado en su huida tras haber robado dos maletas en las inmediaciones de un hotel en el municipio alicantino de Guardamar del Segura.
Los dos agentes heridos, que finalmente detuvieron al ladrón, ejercieron la acusación particular a través de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) de Alicante, según ha informado esta asociación. Previa a la celebración del juicio oral, la defensa del procesado llegó a una conformidad de las penas solicitadas por la acusación particular y el fiscal.
En sentencia firme, el Juzgado de lo Penal número 2 de Orihuela, con sede en Torrevieja, ha condenado al acusado a penas que suman cuatro años de cárcel por los delitos de robo con violencia, conducción temeraria, atentado y lesiones, así como a indemnizar a los dos agentes.
Además, según el fallo, facilitado por la AUGC, deberá pagar a la víctima del robo 428,58 euros por los daños ocasionados en su vehículo, de cuyo interior fueron robadas las dos maletas, y 1.982 euros por los efectos sustraídos.
También tendrá que indemnizar con un total de 4.800 euros a dos personas que fueron testigos de la sustracción y sufrieron lesiones para evitar ser atropelladas, y con 474 euros a la Dirección General de la Guardia Civil por los desperfectos causados en el vehículo policial.
La resolución judicial indica que los hechos sucedieron en agosto de 2022, cuando el procesado, junto a otro individuo no identificado, sustrajo dos maletas que estaban dentro de un coche estacionado en las inmediaciones de un establecimiento hotelero de Guardamar del Segura tras descolgar una de sus ventanillas.
El acusado fue sorprendido por dos personas en el momento en que se disponía a abandonar el lugar a bordo de un automóvil. Ambos testigos sufrieron lesiones al acelerar el ladrón la velocidad del coche, lo que provocó que uno de ellos fuera arrastrado unos metros.
Acto seguido, el ladrón continuó la huida por la carretera N-332 en dirección a Torrevieja, pero fue localizado instantes después por una patrulla de la Guardia Civil, que le requirió que detuviera la marcha, a lo que el procesado hizo caso omiso y aumentó la velocidad hasta los 160 kilómetros por hora, lo que puso "en peligro la vida e integridad física del resto de usuarios de la vía", afirma la sentencia.
Al llegar a un polígono, el acusado efectuó un cambio brusco de dirección y embistió al vehículo del instituto armado que lo perseguía para sacarlo de la carretera, quedando bloqueados ambos coches tras la colisión, aunque finalmente fue arrestado por los dos agentes heridos, que sufrieron cervicalgia y dorsalgia postraumática.
El juzgado ha acordado la suspensión de las penas de cárcel por un periodo de tres años con la condición de que el condenado no cometa nuevos delitos en ese lapso y pague las indemnizaciones y una multa de 20 meses con cuota diaria de 3 euros.
Desde la AUGC de Alicante han considerado "positiva" la sentencia impuesta y han felicitado a los dos agentes por "no haber acabado con lesiones irreversibles a causa de la brutal embestida sufrida y por conseguir, aun estando maltrechos, la detención del autor".
No obstante, han lamentado que "se hayan anulado todas las medidas cautelares que habían sido tomadas, así como que se dejen en suspenso las penas de prisión impuestas al acusado condicionado a que no cometa delito alguno en tres años, abone una multa de tres euros diarios en veinte meses, haga frente al pago de las indemnizaciones en concepto de responsabilidad civil y pague las costas judiciales".
Por ello, la AUGC de Alicante ha insistido en pedir a las autoridades judiciales que "sigan aplicando el máximo rigor penal y sancionador posible" por estos hechos para evitar crear "esa sensación de impunidad" que "en muchas ocasiones tiene este tipo de agresiones contra los agentes".