Alicante

La Conselleria de Sanidad de la Comunidad Valenciana sigue recurriendo al sector privado para tratar de salvar los problemas del actual servicio. Si el pasado mes de septiembre el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunció el desvío de pacientes a empresas externas para tratar de paliar las listas de espera, el refuerzo anunciado el pasado domingo por el conseller Miguel Mínguez para las ambulancias supone de nuevo recurrir a la privada para ampliar plantilla y medios, según ha denunciado este lunes el Sindicato Médico de la Comunidad Valenciana (CESMCV).

En un comunicado, los representantes de los médicos explicaron que "el incremento en la prestación de servicios asistenciales de emergencias extrahospitalarias", con "la creación de 17 nuevas ambulancias asistenciales", el "aumento de jornada de 12 a 24 horas en otras 13 bases de SAMU, SVAE, y SVB de las ya existentes", y "la contratación de 125 profesionales" más, "no soporta un análisis básico". 

[Hasta tres meses de espera para ver al neurólogo: el motivo por el que Ximo Puig recurre a la sanidad privada]

"¿Qué proporción corresponde a médicos, enfermeros, auxiliares y celadores, o en esta categoría, a los TES, denominación actual de los anteriores conductores camilleros?", se preguntan en el sindicato. "De esos 125 nuevos contratados anunciados, la inmensa mayoría de estos, en número de 92, son Técnicos en emergencias sanitarias, TES, es decir, los antiguos conductores-camilleros, y todos ellos subcontratados a empresas privadas, (UTE), con condiciones laborales, tanto en retribuciones como horas trabajadas, en clara inferioridad a los TES dependientes directamente de la Conselleria".

"El resto de anunciado incremento", continúa el comunicado, "corresponde a 21 enfermeros, y tan solo 12 médicos, este sí, contratados por la Conselleria de Sanidad". Finalmente, "respecto de las 17 ambulancias asistenciales anunciadas para ser movilizadas por el Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU), "10 son ambulancias no asistenciales, ya que son ambulancias tipo A, también llamadas TNA, o transporte no asistido, las habituales para trasladar a pacientes a modo de taxi, sin ninguna urgencia".

Las otras siete "son de tipo B o, Soporte Vital Básico (SVB), que cuentan con dos técnicos en emergencias sanitarias para prestar asistencia". El total de estas 17 ambulancias, su mantenimiento e incluso el personal, han sido subcontratadas por la Conselleria a empresas privadas", agrega el CESMCV.

Apuesta por la privatización

"No acabamos de entender cómo una Conselleria de Sanidad, que tenía como estandarte revertir a lo público la gestión privada, con las consecuencias que tanto pacientes como profesionales han sufrido y sufren cada día en Alzira y Torrevieja, aboga, por seguir subcontratando las nuevas ambulancias a empresas privadas", explican las mismas fuentes.

El Sindicato Médico denuncia que se ha "mandado recientemente a los conductores, (TES), dependientes de la Conselleria, que trabajaron durante año y medio, a las listas del paro y ocupando su puesto con trabajadores gestionados por empresas privadas, hecho que, a todas luces, es una privatización disimulada, y encubierta de la sanidad".

[Nueva crisis en el Hospital de Torrevieja: la gerente y la directora financiera se van en pleno caos en la gestión]

Asimismo, desde CESMCV aseguraron "no entender que la Conselleria de Sanidad haga oídos sordos a las denuncias que los trabajadores de estas empresas subcontratadas han presentado en inspección de trabajo de las tres provincias, por no abonarles, en la anterior licitación de 4 años, la hora de manutención diaria que sí era pagada por Conselleria a esta concesionaria". Se trata de un montante de 5 millones de euros.

"Una vez más, la Conselleria a realiza anuncios huecos que realmente no dotan de los medios adecuados, ni solucionan las auténticas necesidades de la atención urgente extrahospitalaria, camufla nuevas modalidades de gestión y en definitiva realiza una publicidad engañosa, frente a los profesionales y a la ciudadanía, pues vende un producto que es defectuoso en origen", concluyen.