El trabajo de fin de Grado de un estudiante en Murcia es el punto de partida para un estudio en la Universidad de Elche que alerta de las secuelas para toda la vida que podría dejar la Covid en los fetos. El trabajo del Instituto de Neurociencias señala la relación de una proteína que deja entrar el virus con la parte del cerebro que permite generar formas de aprendizaje. Así, avisan de que "podría representar vulnerabilidad a problemas mentales durante la vida".
El comunicado de la Universidad Miguel Hernández, que junto al Consejo Superior de Investigaciones Científicas impulsa el Instituto, destaca la importancia de estudiar más las consecuencias de la Covid en los momentos clave del desarrollo fetal porque podría dejar estas secuelas para toda la vida.
El estudio publicado en la revista Cellular and Molecular Life Sciences analiza la relación de la proteína que deja entrar al SARS-CoV-2 en el organismo, ACE2, durante el desarrollo de la parte del cerebro que permite generar los recuerdos. El catedrático de la UMH Salvador Martínez, y líder de este estudio, recalca que "este virus va mucho más allá del sistema respiratorio".
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"La enzima ACE2, localizada en la parte exterior de las células, es una especie de ‘puerta de entrada’ del virus. De hecho, durante la infección de SARS-CoV-2, esta enzima se activa", explica Martínez. El responsable del grupo de investigación de Embriología Experimental del Instituto de Neurociencias, ubicado en el campus de Sant Joan d’Alacant concluye que "es urgente saber cómo se comporta esta enzima en el cerebro humano en desarrollo".
Y así destaca la importancia de "poder prevenir la infección durante el embarazo a monitorizar la maduración del sistema nervioso del feto y, también, poder evaluar los posibles efectos para la salud mental de los niños que nazcan después de una exposición al virus". En esta investigación han estudiado la presencia de ACE2 en la semana 20 de la gestación, un periodo crucial porque es cuando se forma la corteza cerebral.
El comunicado detalla que el trabajo se centra en el hipocampo porque es la región de la corteza cerebral que contiene los circuitos necesarios para crear nuevas memorias. En ella se encuentra una zona llamada giro dentado, donde se generan nuevas neuronas incluso durante la edad adulta. El interés en ella se basa en que entre las semanas 12 a 25 del embarazo proliferan y migran los precursores neuronales, que darán lugar a otros tipos de células del sistema nervioso.
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¿Cómo han podido hacer el estudio? Los investigadores del Instituto analizaron tres cerebros de fetos de 20 semanas de gestación, donados de forma anónima tras un aborto espontáneo. Y ahí subrayan que el estudio cuenta con todas las garantías éticas para la gestión de tejidos humanos. A pesar de haber utilizado solo tres muestras, el comunicado recuerda que el grupo de investigación tiene amplia experiencia en el estudio del desarrollo del cerebro en mamíferos, por lo que confían en la fiabilidad de los resultados.
El estudio concluye que cuando las neuronas se generan y migran a su posición correcta durante el desarrollo del cerebro utilizan el gen ACE2 para mejorar el flujo de oxígeno durante su migración. "Esta función, deja abierta la puerta a la infección del coronavirus en un momento crítico", explica Martínez.
Solo un estudio científico anterior había demostrado la existencia de la ACE2 en células cerebrales de un feto humano, pero solo en las paredes de los ventrículos, en los plexos coroideos. Según los investigadores de la UMH, el virus podría diseminarse por otras partes del sistema nervioso y afectar a los mecanismos que actúan durante el desarrollo embrionario de éste. "En el caso de un cerebro maduro", explica Martínez, "contamos con la barrera hematoencefálica. Pero esta barrera es inmadura en el feto y no se termina de formar hasta más tarde".
"Ya sabemos de otros tipos de infecciones víricas que afectan al desarrollo del cerebro durante el embarazo y que pueden generar anomalías", afirma el experto en anatomía y embriología humana. Por ejemplo, la rubéola y el zika causan la muerte de progenitores de neuronas, el herpes puede producir una inflamación cerebral grave y el parvovirus humano B19 congénito está detrás de muchos casos de encefalitis y atrofia cerebral grave".
La comunidad científica apunta a que contraer Covid-19 durante las primeras semanas de embarazo es un factor de riesgo al que se debe hacer seguimiento incluso en el periodo postnatal. "Por motivos obvios, es imposible determinar qué secuelas a largo plazo puede tener una infección en el seno materno", enfatiza el investigador de la UMH, "pero, precisamente por eso, es importante que ahora hagamos un esfuerzo por estudiar en el laboratorio qué células y qué tejidos del sistema nervioso se pueden ver afectados".
Las nuevas variantes del coronavirus son menos agresivas, pero también más transmisibles, recuerdan los investigadores de la UMH en esta publicación. Precisamente, las variantes Delta y Ómicron infectan más fácilmente a los humanos porque tienen más afinidad con esa enzima ACE2. Esto aumenta el riesgo de contagio, particularmente entre la población no vacunada, que supone una gran proporción de personas jóvenes en edad fértil y, también, de aquellas con menos recursos sanitarios