Alicante

A las puertas de un verano que los sindicatos ya prevén "caliente" por la falta de médicos que sustituyan a los que se van de vacaciones, el departamento de salud de la Marina Baixa que da servicio a la capital turística de Benidorm, ha generado mucho malestar entre los facultativos de Urgencias del hospital comarcal de La Vila. Les ha señalado públicamente ante sus compañeros por no cumplir los objetivos previstos aunque no dependen de ellos.

Según explican fuentes del Sindicato Médico (CESM-CV), este señalamiento acarrea "la pérdida del plus de productividad que debían cobrar por su trabajo en 2022, pero eso es lo de menos para ellos, que se han visto mal valorados públicamente por la dirección médica".

En los acuerdos de gestión del departamento, un documento firmado entre trabajadores y dirección, se establecen unas "unidades funcionales" y unos objetivos para cada unidad. Y este año la dirección ha puntuado con un cero a Urgencias, otorrinos, oftalmólogos y Administración y Documentación. En unos listados a la vista de todos los compañeros sanitarios.

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Esta puntuación depende de indicadores como la "estancia media en Urgencias", es decir, el tiempo que tarda un paciente desde que llega al hospital hasta que tiene cama en planta. Pero es que los sanitarios del servicio se quejan de que empiezan sus guardias con el hospital sin camas libres y son ellos los que tienen que dejar a los pacientes en los pasillos a la espera. Colapsos puntuales que dependen de la mala gestión de la dirección que luego les evalúa.

"Todos hemos visto como durante dos o tres días esta valoración ha sido pública en los pasillos del hospital. Y están indignados porque ellos sacan adelante todo el trabajo atendiendo a los pacientes con los recursos que tienen. A eso suman decisiones como las vacaciones obligatorias fuera del periodo vacacional estipulado", señalan desde el Sindicato de Médicos.

Rectificación tarde

El malestar entre la plantilla del servicio es tan grande que la dirección médica de la Marina Baixa (ya en funciones después de las elecciones autonómicas del pasado domingo) se ha visto obligada a rectificar con un decreto en el que dice que se les pagará. Eso sí, no se sabe cuándo. En principio, el año que viene.

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Y es que el dinero destinado a estos pluses de productividad, recuerda el sindicato, se han repartido ya en las nóminas del resto de compañeros y no queda presupuesto para pagarles. Además, el nuevo decreto tiene que pasar por Intervención de la Generalitat Valenciana para que fiscalice el concepto del pago puesto que sobre el papel no habían cumplido los objetivos de la unidad funcional.

Respecto a las vacaciones además, el sindicato critica que se haya "obligado" a estos compañeros a tomarse la mitad de su periodo vacacional fuera del legalmente estipulado, un hecho que puede ser voluntario pero no obligatorio. Y es que es la propia Administración autonómica la que debe de proveer al servicio sustitutos suficientes para mantener el servicio.