Hace dos años, a mediados de agosto de 2021, el Gobierno Botánico de Ximo Puig (PSPV-Compromís-Podemos) publicó en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana la supresión de los CICU (Centro de Información y Coordinación de Urgencias) de Alicante y Castellón y su centralización en Valencia. Sin embargo, no fue hasta el pasado mes de enero que se produjo el cierre definitivo del servicio.
Los recortes de personal, despidos y traslados voluntarios y forzosos de los trabajadores del servicio adscrito al Servicio de Emergencias Sanitarias de la Comunidad Valenciana en la provincia han su`puesto desde esa fecha uno de los principales problemas que no ha sabido justificar el PSOE. Y es que la decisión precisamente partió de una consellera alicantina, Ana Barceló.
La consellera (hoy portavoz socialista en el Ayuntamiento de Alicante) señaló entonces que la centralización se debía a la "multiplicidad de relaciones a la hora de coordinar la respuesta ante emergencias y catástrofes, por la evolución de las tecnologías de la comunicación o por el hecho de que desde 2013 cualquier aviso al CICU se realizaba a través del 112 centralizado en l'Eliana".
Durante todo este tiempo han sido los sindicatos, especialmente el Sindicato Médico de la Comunidad Valenciana (CESM) pero también CCOO, junto con PP, Cs y Vox quienes más durante han criticado la decisión. Sobre todo, porque cada cierto tiempo se han filtrado los errores cometidos desde Valencia ya que los coordinadores no conocen los territorios y disponibilidades de las otras dos provincias.
En abril una persona murió en Elche porque se envió una ambulancia desde una base más lejana a la que correspondía y el caso llegó a las Cortes Valencianas, donde el conseller socialista Miguel Mínguez no quiso dar explicaciones. Una locutora en Valencia incluso llegó a escribir en redes sociales que esperaba que "no muriese nadie" por estos errores.
Un mes después, se produjo un hecho similar en La Nucía. El Sindicato Médico denunció que el CICU de Valencia envió a atender a un niño ahogado en La Nucía, al personal sanitario más alejado de la emergencia, a más de 10 minutos, existiendo otro a sólo dos minutos y con pediatra, que ni siquiera fue avisado.
Entre tanto, el PSPV acusaba a quienes criticaban el nuevo sistema de hacer "oportunismo carroñero" en las Cortes Valencianas. Y Compromís salió en su defensa: "El que quiera ruido, que toque la trompeta". No hubo ni un atisbo de autocrítica.
Tras las elecciones del 28M y la victoria del PP de Carlos Mazón, la reversión del servicio a cada una de las provincias ha sido una de las primeras medidas del conseller de Sanidad, Marciano Gómez. Y el sector sanitario lo ha apludido.
En una reunión con el alcalde de Alicante, Luis Barcala, la semana pasada, el conseller de Sanidad manifestó que tras la reversión el CICU de Alicante contará con 34 profesionales: 12 médicos, seis enfermeros y 15 locutores. Y ha precisado que el Consell ha iniciado ya los trámites para modificar el marco normativo por el que se regula el servicio “y revertir la centralización y poder devolver el CICU a Alicante y Castellón”.