La Universidad de Alicante (UA) ha publicado una tesis sobre los "serios peligros que conlleva para la salud pública" la automedicación debido a la sobreinformación y desinformación generada en las redes sociales por los influencers.
Esta tendencia en alza ha sido analizada por en un trabajo de la profesora del departamento de Comunicación y Psicología Social Ana Ibáñez. La experta afirma en si tesis doctoral que los mensajes informativos y persuasivos de la sociedad digital generan "incertidumbre y confusión, lo que lleva a muchas personas a autodiagnosticarse y automedicarse de forma errónea".
La profesora de la UA recalca que "en un entorno donde la información sanitaria está cada vez más accesible a través de internet y cobran protagonismo nuevas tecnologías para la información, como los chatbots y algoritmos de inteligencia artificial. Por tanto, es crucial que la población esté bien educada para discernir entre fuentes de información fiables y aquellas que no lo son".
Una de las causas de esta desinformación las relaciona con la sobrecarga informativa agravada por "prácticas confusas y poco éticas en la comunicación y el marketing del sector farmacéutico".
La UA explica que, según un estudio anual del grupo asegurador especializado en salud y vida AEGON, cada vez son más las personas que se automedican por recomendación de influencers.
Educación como remedio
Como remedio para esta mala práctica cada vez más generalizada en la sociedad, la experta considera fundamental promover la ética en la comunicación de salud y "eliminar cualquier sesgo publicitario o mercantilista en la relación entre profesionales de la salud y pacientes".
Para conseguirlo, Ibáñez considera que el proceso de alfabetización solo puede llevarse a cabo mediante una "comunicación relacional, cercana y rigurosa, que permita contrarrestar la desinformación desde la divulgación del conocimiento y la evidencia científica".
Los farmacéuticos comunitarios, debido a su proximidad y accesibilidad para la ciudadanía, pueden desempeñar "un papel clave en este ámbito. Mediante el consejo y los cada vez más avanzados servicios farmacéuticos, pueden seguir de cerca los tratamientos de los pacientes, guiándoles en su autocuidado y derivarlos al médico cuando sea necesario, favoreciendo así la creación de una conciencia social en torno al uso adecuado y sostenible de los medicamentos", añade.
Por último, se centra en la necesidad de discernir entre contenidos útiles y los bulos y manipulaciones que se pueden encontrar en la red. La tesis hace hincapié en que desarrollar el "pensamiento crítico y una actitud consciente ante los diferentes mensajes permitirá no solo una mejora para la salud pública, sino también para la salud democrática de la sociedad".