Zaragoza

El aragonés Alberto Río, de 20 años, lleva desde el sábado solo en Madeira. Sus padres y sus hermanas, de 22 y 13, tendrían que haber viajado el viernes con él, pero, tras un sinfín de complicaciones, han tenido que quedarse en España por el temporal y replantear por completo sus vacaciones cuando ya tenían “todo contratado”. “Se me han quitado todas las ganas. A mis padres les dijeron que podrían venir el día 21, pero, antes siquiera de dar su conformidad, volvieron a retrasar el vuelo hasta el 23, que es cuando teníamos previsto volver”, contaba a El Español.

Los problemas comenzaron nada más llegar a Barajas. Cuando estaban en la puerta de embarque llamaron a toda la familia por megafonía y les comunicaron que, por un problema de ‘overbooking’, uno de los cinco tenía que quedarse en tierra. Aunque el sistema ‘escogió’ a su madre, finalmente decidieron que fuera él quien volara al día siguiente. “En el ‘check-in me dijeron que lo primero que tenía que hacer era buscar la maleta, que estaba fuera del avión. Al final acabé sabiendo que sí había entrado., aunque me costó una barbaridad”, recuerda.

Todo esto habría sido una anécdota de no haber sido por lo que vino después. Desde Iberia le facilitaron transporte al hotel, cena, desayuno y un vuelo para las 9.30 del día siguiente, así como una indemnización de 250 euros por tratarse de un trayecto de menos de 1.500 kilómetros. “Mi familia tendría que haber llegado a las 20.00 a Madeira, pero llamaba y llamaba y no me respondían. Me asusté y me bajé una aplicación para ‘rastrear’ el vuelo. Gracias a ella vi que lo habían desviado de vuelta a Madrid por las fuertes rachas de viento”, añade.

Tras siete horas en el aire, los Río Torcal volvieron al punto de partida. La incidencia obligó a reubicar a todo el vuelo -unas 150 personas- en el hotel. “La gente estaba muy nerviosa, aunque, por lo visto, ya había pasado lo mismo el día anterior, cuando hubo que ‘parar’ dos horas en Tenerife bajar del avión. Pero a esos pasajeros les pusieron otro vuelo al día siguiente. Nosotros pensábamos que iba a pasar lo mismo, pero todo el mundo se lavaba las manos”, relata Alberto, que está contando día a día su situación a través de su perfil de Tik Tok (albertooaar).

Al haber sido un problema de ‘overbooking’, él pudo viajar en otro vuelo pensando que sus padres llegarían horas después a Madeira. “Conseguimos aterrizar, que por lo he visto no es fácil, pero nadie ha dado ningún tipo de solución a mi familia, nadie responde a nadie. No tienen cómo venir”, lamenta. Esta situación también ha terminado afectando a los pasajeros que iban de regreso a Madrid. “Hay gente durmiendo en el aeropuerto que no tiene cómo volver. Los hay que no van a poder regresar hasta el día 30”, expone.

Su intención es volver a España el viernes 23, pero no sabe qué ocurrirá. “Mis padres, directamente, han decidido renunciar a Madeira y pasar unos días en Cádiz. Te pueden indemnizar, pero los días de vacaciones no vuelven”, razona. Para ellos, que siempre viajan juntos, estos iban a ser unos días especiales, ya que, con los estudios, cada uno está viviendo “en un lado”. Todo, sin embargo, se ha terminado truncando.

A esto se une, además, el incendio que se ha declarado en la isla. En estas primeras horas, Alberto ha ido a por el coche que tenían apalabrado y se está alojando solo en la casa que habían alquilado para toda la familia. “Hoy me he levantado y he visto que había una luz rarísima, como una neblina. No sabía nada del incendio y me han avisado mis padres. De repente, han empezado a caer trozos de lo que parecían hojas calcinadas en la terraza y se me han quitado todas las ganas de hacer nada”, reconoce.