El virus de la lengua azul se está extiendiendo por España y ya ha llegado a Aragón. La enfermedad reaparece 4 años después del último brote, que obligó a vacunar a más de 150.000 reses. Ahora afecta a una explotación de 600 ovejas de la localidad de Montanuy, en la Ribagorza.

La Consejería de Agricultura, Ganadería y Alimentación trabaja de forma coordinada con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en la erradicación y control del foco de la enfermedad de Lengua Azul que comenzó en junio en Girona y se está extendiendo rápidamente.

Esta enfermedad, que damnifica principalmente a los ganados bovino y ovino, se transmite a través de la picadura de un mosquito de la especie Culicoides, no se contagia entre animales y ni se transmite ni afecta al ser humano. Su principal síntoma es la inflamación y cianosis de la lengua de los animales, de ahí el nombre de la patología.

La vacunación previne la enfermedad clínica e interrumpe el ciclo del virus de la lengua azul en el medio ambiente; de este modo, se reducen las pérdidas económicas debidas a la infección de los animales y se hace posible el traslado y el comercio de animales procedentes de regiones enzoóticas de la enfermedad.

Las vacunas contra la lengua azul son específicas para cada serotipo, por lo que, antes de utilizarlas en una zona determinada, hay que tener en cuenta los serotipos presentes en el entorno. El Servicio de Sanidad Animal ha explicado que las vacunas no llegaran hasta dentro de un mes y medio. Por ello, las medidas deprevención son imprescindibles.

Medidas de prevención

Como medida de control, para evitar la difusión de la enfermedad, se establece una zona de restricción de cien kilómetros alrededor del foco donde se controla los movimientos de los animales para vida y matadero.

Para evitar la aparición de la enfermedad, así como su impacto tanto económico como en materia de sanidad animal, el Ministerio de Agricultura publicó hace unos años el "Programa nacional de vigilancia, control y erradicación de la lengua azul en España 2024" donde se recomiendan algunas precauciones:

  • Se tomarán muestras a los animales mensualmente de mayo a diciembre de 2024 y un último muestreo en enero de 2025 que cubra la posible circulación durante el mes de diciembre de 2024.
  • En caso de que no se puedan mantener durante todo el año los animales que

    actúan como centinelas, como por ejemplo en el caso de muerte, sacrificio, venta, etc. Estos pueden ser sustituidos por otros animales que cumplan los criterios mínimos definidos para ser centinela. Las muestras se pueden tomar en la propia explotación, aprovechando la realización de otras actuaciones veterinarias en la misma, como la ejecución de las campañas de saneamiento ganadero, o también se pueden tomar en el matadero cuando se trate de animales con destino a sacrificio.

  • En el caso de que los animales centinela hayan resultado positivos a un serotipo y si los animales permanecen en la explotación, deberían seguir muestreándose en la misma temporada para detectar más serotipos, y deberían reemplazarse cuando empiece la siguiente temporada vectorial.

  • Adicionalmente, en las zonas suspendidas en las que, previamente se haya detectado la infección y se quiera demostrar la ausencia de infección por alguno de los serotipos 1-24, la vigilancia deberá tener la capacidad de detectar, al menos, con un nivel de confianza del 95%, la infección en la población animal objetivo con una tasa de prevalencia objetivo del 1%.