Recortes, improvisación y caos. Tres puntos clave que ponen nombre a un lema para "defender la educación pública". El incio de curso ha empezado en Aragón, una vez más, 'caliente'.
El principal punto de fricción, y que más revuelo (o confusión) ha causado, es la falta o no de docentes en las aulas. Recapitulando, Educación asegura que hay un incremento de 200 profesores para reforzar la hora lectiva que se prometió reducir en el último acuerdo educativo.
Sindicatos, oposición, así como familias y profesores, critican que estos datos "no son ciertos". Para esta parte, se trata más bien de una falta de 500 profesores para cubrir todas esas horas no lectivas. Pero, ¿cuáles son los motivos de revuelta en esta ocasión?
Punto uno
En el manifiesto que hicieron público este miércoles los sindicatos implicados (a excepción de CSIF) consideran como imprescindible "dotar a la escuela pública de los medios necesarios para ofrecer una educación integral y de calidad".
Entre esos "imprescindibles" señalan la merma de horas en la atención al alumnado en los centros. También la falta de personal especializado, así como de instalaciones públicas, o la degradación de muchas de ellas. Unos puntos que les han llevado a exigir "una planificación que garantice que el curso escolar se desarrolla con normalidad" y que el Gobierno aragonés no comparte.
Punto dos
Otra de las reclamaciones viene precisamente de esa supuesta "falta de planificación". A partir de ello, denuncian que este retraso implica una "tardía" incorporación del personal interino, que a su vez "incrementa el trabajo de los equipos directivos y la incertidumbre en alumnos y familias".
En este punto, aseguran en su escrito que la falta de docentes en diferentes materias "lastra el desarrollo curricular cada curso escolar". Y entre otras reclamaciones, destacan aquí una mala planificación de las rutas de transporte escolar, resaltando la situación de "desigualdad" que vive el mundo rural.
Una "vulneración de su derecha a la educación" que, además, aseguran que dificulta la actividad educativa en los centros.
Punto tres
El último "imprescindible" que recogen en su manifiesto se centra en la falta de programas y servicios que garanticen "la formación integral de todo el alumnado". Inciden, en este punto, sobre la necesidad de que se garantice "una calidad en los comedores escolares".
Además, reclaman una educación "formal" en las actividades extraescolares. Señalan que estas enseñanzas deben estar al alcance de todos los alumnos, "sin discriminaciones de ningún tipo", para contribuir a la formación integral de los menores.
"No hay recores"
"No hay recores", ha sido la frase que viene pronunciando y repitiendo la consejera de Educación, Tomasa Hernández, que esta misma semana defendió en las Cortes de Aragón la gestión de su antecesora, Claudia Pérez Forniés. Más que frase, quizás es más adecuado decir pregunta, porque las declaraciones de la consejera eran algo así como "¿Qué recortes?".
Este miércoles, desde el Ejecutivo expresaban, en un comunicado, sus respetos al derecho de manifestación. No obstante, aseguraban "no entender" la convocatoria.
Además, en ese mismo escrito incidían en las palabras defendidas por la titular del área y recalcaban que se ha dado un incremento del 11% en el presupuesto. "Una apuesta del Gobierno de Aragón por valor de 120 millones de euros para mejorar las condiciones laborales y salariales de los docentes", decían.
Respecto al lema de la manifestación, dejaban claro que "no ha habido caos, ni improvisación". Desde su punto de vista, las "pocas" incidencias vividas en este inicio escolar son "lo habitual" en cada comienzo de curso.