Zaragoza

Una carrera de fondo. Opositar para un cargo supone un compromiso por parte del estudiante. Además, si tu objetivo es conseguir una plaza como Guardia Civil ya no solo implica dedicar tu tiempo a estudiar sino que también, implica una carga física.



Entre las 2.721 plazas que se ofertan este año, busca la suya el zaragozano Samuel Torres, que lucha por conseguir su plaza tras tres intentos fallidos. "El año pasado pensaba que iba a aprobar, pero cuando llegué ahí me confié", confiesa este joven de 24 años.

Este año las circunstancias de Samuel son diferentes, después de suspender la convocatoria de 2023 decidió cambiar de estrategia y dejar la academia telemática por la formación presencial en la academia Avanza.

Samuel Torres, opositor a Guardia Civil en Zaragoza E. E.

Los aspirantes se enfrentan a 25 temas sobre diferentes áreas con una alta densidad de contenido, que representa la parte más importante de esta oposición. "Son temas muy extensos y más rebuscados. Es, o te lo sabes, o no te lo sabes", explica el opositor.

Muchos de ellos hacen malabares para compaginar los estudios con un trabajo, lo que al final alarga más el tiempo que les lleva aprobar. Samuel, que durante su tiempo en la oposición ha trabajado en el apartado de logística de Amazon, confiesa que este aspecto le parece "muy difícil": "Para que funcione tienes que renunciar a algo", recalca.

Por su parte, las horas invertidas y el esfuerzo le han llevado a sacrificar su tiempo de ocio. "He tenido que decir más 'noes' que 'síes' a planes con mis amigos o mi novia por estudiar", confiesa. Aunque recalca que, a pesar de ello, su familia y amigos le apoyan en "todo". 

Mientras, otros han tenido que dejar de lado pasiones tan arraigadas como la de Rubén Suescún por el baloncesto. Este opositor de 23 años ha tenido que abandonar su trabajo como entrenador de este deporte para dedicarse plenamente a la oposición. "He renunciado a algo que para mi era como una segunda familia", señala Rubén.

Este joven de Zaragoza se presenta a su segunda convocatoria este 2024 que afronta "muchísimo más tranquilo y más seguro" con un dominio mayor del temario. Rubén se ha marcado un régimen estricto de estudio por etapas y sigue el método Pomodoro con 50 minutos de estudios ininterrumpidos. Su día a día se basa en hacer deporte por la mañana, estudiar unas horas antes de comer y por la tarde dedicarse a seguir con el temario e ir a la academia.

Ante la dualidad de esta oposición, Rubén no deja de lado la necesidad de estar en un buen estado físico para llegar en buenas condiciones. "Tienes que hacer un seguimiento de tu estado físico, no puedes quedarte en la silla todo el año", recalca.

Rubén Suescún, opositor a Guardia Civil en Zaragoza E. E.

"Oportunidad de oro"

Si alguien es experto en este tipo de pruebas es la academia Avanza, con profesores que pertenecen a los diferentes Cuerpos y Fuerzas del Estado. Desde ahí, preparan a cientos de opositores en diferentes áreas, entre ellas, Guardia Civil.

Entre sus filas se encuentran inscritos más de cien alumnos. "Hemos llegado a tener picos de 250 estudiantes, pero hay mucha gente que hace como en el gimnasio, que paga la cuota pero luego no viene", señala el director de la academia Avanza, José María Grandal. Por ello, se encuentran cada año con un 30 o 40% de alumnos que ya lo había en convocatorias anteriores.

Según explica, se trata de una prueba concurso-oposición donde antes de realizar los exámenes se lleva a cabo un baremo de puntos. En él se tiene en cuenta ciertas cuestiones como nivel de estudios, idiomas, carné de conducir.

La prueba "principal" se trata de los exámenes escritos compuestos por examen de conocimientos, ortografía y gramática, inglés y psicotécnicos. Una vez superado estos, los opositores se enfrentan a una prueba física y a la entrevista personal. Aunque desde la academia lo tienen claro: "Lo primordial es pasar el corte. Si no las físicas ni siquiera las van a llegar hacer", recalca.

A pesar de la dificultad de la oposición, Grandal señala que "en circunstancias normales, se puede aprobar perfectamente a la primera". Sin embargo, enfatiza que eso se da en caso de gente que "se lo tome en serio, que estudie, que venga a clase y que dedique su tiempo a ello".

La convocatoria de este año revela que es "la mejor de los últimos 15 años" a diferencia de la situación que se vivió en plena crisis entre los años 2010 y 2012, que apenas se lanzaban convocatorias con 150-200 plazas. "Esta es una oportunidad de oro que no se puede dejar escapar", matiza.

Para este año, la academia Avanza se presenta con  cerca de 140 alumnos matriculados al examen lo que supone "un número alto". "El porcentaje de aprobados hay que calcularlos con quien viene realmente a clase, que es un porcentaje más pequeño. Tengo esperanza con alrededor de 60 alumnos", señala.

Este año las pruebas tienen lugar en dos días, el 28 y 29 de septiembre, en la Universidad San Jorge, en Villanueva de Gállego. Allí, tanto Samuel como Rubén y cientos de aspirantes más buscan conseguir su plaza entre las 2.721 que se ofrecen en la convocatoria de este año.