Zaragoza

El divorcio entre PP y Vox en el Gobierno de Aragón pasa ya factura a las votaciones de los exsocios en la Aljafería y la plaza del Pilar. Dos meses han pasado desde que Alejandro Nolasco consumara la ruptura por la crisis migratoria por orden de Santiago Abascal. Desde entonces, populares y voxistas se han desmarcado en temas tan dispares como el rechazo a la imposición del catalán, la inmigración o el concierto fiscal para Cataluña.

Lo que hasta ahora no ha pasado de anécdota podría convertirse en un auténtico quebradero de cabeza para los gobiernos de Jorge Azcón y Natalia Chueca, que necesitan de la formación de Abascal para sacar adelante de sus presupuestos. Llegados a este punto, ¿qué se puede esperar en los próximos meses?

Pese al evidente cambio de tono, los populares destacan que hasta ahora no han perdido ninguna votación en el Parlamento. "Cada uno tenemos nuestras posiciones y eso se tiene que notar", explica uno de los integrantes del partido. Si algo no gusta es la "sobreactuación" de Nolasco.

Se vio, sobre todo, en el pleno de mediados de este mes, y aunque en este último lo han visto "más calmado", creen que en la vida, las formas son esenciales. Para muestra, la llamada de atención del presidente Azcón al exvicepresidente aragonés por "imitar" del "deje" de Juanma Moreno.

Los voxistas, por su parte, aseguran tener motivos para el enfado. No entienden que el PP votase en contra de su propuesta para rechazar la imposición del catalán, planteada en solitario antes incluso de salir del Gobierno. Por este 'no' han acusado a los de Jorge Azcón de mentir a sus votantes e incumplir su programa electoral. Pero desde el PP tenían claro que no tocaba -la prioridad ahora es la financiación- y que, por más que se empeñe Vox, "en el pacto de gobierno se hablaba de la ley de Lenguas y no de la de Patrimonio Cultural Aragonés".

Las opciones

Con este ambiente, ¿qué ocurrirá con los presupuestos? La izquierda da por hecho que Abascal se mantendrá en el 'no' y que Azcón terminará prorrogando las cuentas de este 2024. Los hay que incluso ven probable ir a elecciones anticipadas, posibilidad a la que apuntó el portavoz de CHA, José Luis Soro, en el último pleno.

No obstante, los populares piensan dar la batalla. En este sentido, recuerdan que los presupuestos de 2024 fueron apoyados por cuatro partidos (sumaron a Vox, Aragón-Teruel Existe y PAR) y que la idea es mantener "las mismas líneas básicas", con una "apuesta por la sanidad y la educación". No obstante, está por ver qué harán este año los de Alberto Izquierdo y Tomás Guitarte cuando llegue el momento. "No cejaremos en el empeño. Vamos a tratar de solventar el trámite con trabajo, reuniones y diálogo", dicen desde el grupo parlamentario.

Las miradas están puestas también en la plaza del Pilar. En el Ayuntamiento tienen claro que Julio Calvo no es Alejandro Nolasco, pero temen que Madrid termine imponiendo su criterio. Con las ordenanzas fiscales podría haber pronto un acuerdo. Los voxistas han exigido rebajar dos puntos la plusvalía y, a priori, el PP estaría dispuesto a ceder.

Sus concejales insisten en que la pérdida recaudatoria sería de 'apenas' dos millones de euros y que solo en proyectos como el del Huerva, el Consistorio ya ha conseguido un ahorro similar con la licitación. Desde el PP tienen intención de mantener la "tónica heredada" el pasado mandato y confían en poder discrepar "sin romper nada".

"Uno tiene que hacer lo que está a su alcance y dejarse el alma. Con lo que está fuera hay poco que hacer", resume uno de los concejales de la Corporación, que vería "poco comprensible" que Vox terminara votando con PSOE y ZEC solo por llevar la contraria al PP.

La fractura entre PP y Vox se vio con especial claridad en el pleno del Ayuntamiento de este jueves. Los de Julio Calvo se quedaron solos hasta en tres ocasiones. "Hay cosas que nos sorprenden mucho, como que Chueca diga que vaya a buscar un acuerdo con los alcaldes del PP contra la financiación de Cataluña y luego vote en contra", afirma uno de los ediles, que admite cierto "desconcierto" con la actitud de los populares en las últimas sesiones.

Con todo, los voxistas dicen sentirse "más libres" para hacer su labor de oposición. Hasta el momento solo han tenido "contactos preliminares sobre el presupuesto", aunque se muestran "dispuestos a negociar". Como viene siendo habitual, incidirán en la reforma de calles y el apoyo a los polígonos industriales. "No pediremos grandes locuras", dicen desde la formación, pero está por ver si, esta vez, Madrid termina removiendo el tablero de la política aragonesa.