Zaragoza

La energía renovable está llamada a protagonizar, junto con Internet, la gran revolución industrial de comienzos del siglo XXI. Por el momento, las dispares opiniones sobre su implantación en el territorio y su alto coste todavía marcan su gran expansión en los últimos, pero desde la Universidad de Zaragoza ya se trabaja para, al menos, reducir su precio económico.

Así, siete universidades, entre las que se encuentra el campus aragonés, y la empresa Annea han iniciado un proyecto europeo denominado Tweed. En él pretenden abaratar el coste de la energía eólica hasta un 13% durante los próximos cuatro años, pudiendo alcanzar un 50% en 2050. Esto se conseguiría aplicando soluciones inteligentes no accesibles a los especialistas tradicionales de este área.

En concreto, el proyecto Tweed es una red doctoral que formará a doce nuevos doctores especializados en diversas áreas de la digitalización de la energía eólica. De estos, cuatro se formarán en la capital aragonesa y tendrán carácter internacional, ya que no tendrían que llevar residiendo en Zaragoza durante más de los últimos tres años.

Esta reducción de costes se basará en optimizar tareas que se realizan, actualmente, con otro tipo de técnicas, como ha explicado el coordinador del proyecto, Julio Melero. “Existen técnicas para realizar evaluaciones basadas en datos históricos. Su estudio y proyección a futuro se pueden mejorar muchísimo con técnicas de digitalización, aprendizaje automático e, incluso, inteligencia artificial”, ha resaltado.

Zaragoza ha acogido la primera reunión de este proyecto europeo Tweed Zaragoza

Asimismo, esta digitalización permitiría también conocer el estado de salud de partes importantes de cada aerogenerador, y que a día de hoy puede costar meses su sustitución. Además, podría trasladarse a otras fuentes de energía, como la fotovoltaica, que, al no tener elementos móviles, serían más sencillos de implantar.

“Entre las aspas y el generador eléctrico hay una multiplicadora, que es como la caja de cambios del coche. Es importantísimo y costosísimo. Si se rompe, no hay repuestos disponibles y hay que esperar meses. Podemos determinar online el estado de salud y, si hay rotura, intervenir a tiempo o prever la disponibilidad de una pieza”, ha explicado Melero.

De este modo, la red proporcionará un contexto interdisciplinar e intersectorial para fomentar la creatividad en la transformación de retos tecnológicos en problemas de ciencia de datos que puedan resolverse para desarrollar prototipos de explotación comercial. Se formará a los investigadores en innovación empresarial para que amplíen su enfoque más allá del contexto académico, mediante el descubrimiento de clientes y la orientación por parte de investigadores y empresarios consolidados.