Zaragoza

Tras poner fin a la campaña de incendios forestales que comprende del 1 de junio al 30 de septiembre, el balance ha resultado ha sido "extremadamente bueno" en palabras del consejero de Medio Ambiente y Turismo, Manuel Blasco. Resultado que han avalado la directora general de Gestión Forestal, Ana Oliván, y la jefa de servicio de Gestión de los Incendios Forestales y Coordinación, Maribel Ureta

Durante esta jornada comprendida en los cuatro meses de mayor peligro se han quemado en Aragón un total de 939 hectáreas, un 71% menos que la media histórica, y se han producido un total de 155 incendios forestales.

El consejero ha destacado tres puntos importantes por los que se ha producido una campaña con buenos resultados. En primer lugar, las buenas condiciones meteorológicas, seguido de la buena eficacia de los operativos y, por último, la coordinación de las Administraciones públicas.

Causas

Entre la causalidad de los incendios forestales destaca que un 10% de estos se encuentran aún en investigación o son de origen desconocido. Entre ellos, tres de los cuatro más graves se encuentran en investigación por desconocimiento certero de su origen.

El 26% de los fuegos originados se deben a causas naturales con un gran foco en las lluvias secas y la caída de rayos en el territorio aragonés. Cifras que resaltan en comparación con el balance nacional que representa apenas un 5%.

Los producidos por negligencia o intencionados representan una gran franja con un 20 y 24%, respectivamente. Entre los que se destaca una gran incidencia por motores y máquinas (32%), quema agrícola (26%) y siguen teniendo una gran causalidad los fumadores (9%).

La jefa de servicio de Gestión de los Incendios Forestales y Coordinación, Maribel Ureta, ha hecho referencia a estos datos y ha recalcado: "Más de la mitad de los incendios forestales producidos en Aragón se podrían haber evitado", concluía.

Cuatro incendios importantes

Los incendios con mayor impacto tuvieron lugar en los meses de julio y agosto. En concreto, fueron el incendio de Biota, el 3 de julio, que se vio afectado un total de 460 hectáreas, 150 de ellas forestales. El fuerte viento avivó las llamas en una zona agrícolas, lo que hizo que se propagara rápidamente. El núcleo urbano de Farasdués tuvo que ser confinado de manera preventiva.

No ha sido el único municipio que se ha visto afectado. Los vecinos de Araguás y Torrelisa tuvieron que ser evacuados por el incendio producido en el Pueyo de Araguás, el 23 de julio. Este quemó un total de 134 hectáreas de superficie forestal, siendo necesario un amplio dispositivo aéreo para trabajar en el terreno.

El producido en plena madrugada en Luesia el pasado 30 de julio terminó afectado a 132 hectáreas, sobre todo de campos de cereal y terrenos forestales. El viento fue un mal aliado y dificultó las labores de control.

Por último, el incendio en la localidad turolense de Corbalán causó estragos en 192 hectáreas forestales. El fuego obligó a confinar el municipio y cortar la carretera A-226. La gran complicación que se encontraron fue el trabajar con presencia de explosivos de la Guerra Civil en el terreno.