Un año y 60 días después de tomar posesión como presidente de Aragón, Jorge Azcón acude hoy por primera vez al Palacio de la Moncloa para reunirse con su homólogo nacional, Pedro Sánchez. Ha sido una cita esperada, que se enmarca en un ciclo de encuentros del Gobierno central con todos los líderes autonómicos, y en la que el dirigente aragonés espera regresar en el AVE de vuelta con compromisos claros y, sobre todo, billetes.
Una cita que, precisamente, llega en una semana especial para Zaragoza, en plenas Fiestas del Pilar, y dos días después de que el ministro de Industria, Jordi Hereu, anunciara un fuerte impulso a la gigafactoría de baterías de Stellantis. También lo será después de que el responsable de Cultura, Ernest Urtasun (Sumar), encendiera la mecha al vincular el regreso de los bienes de Sijena en 2017 con una decisión política, lo que no ha sentado bien ni en el PSOE aragonés.
Para llevar preparado el encuentro, Azcón inició sus propias reuniones con toda la oposición, de la que ha salido un extenso documento de 108 páginas y 44 peticiones urgentes. No en vano, una voz autorizada de la política aragonesa dijo una vez que el escenario ideal para un presidente autonómico era que Moncloa tuviera un color distinto al Pignatelli, y Azcón tiene claro que debe sacar rédito para apretar al máximo al Gobierno central.
El primer punto deja claras las intenciones del presidente aragonés en uno de los temas más trascendentales para el futuro de la Comunidad: la financiación autonómica y la “frontal oposición” al “concierto económico” con Cataluña y la condonación de deuda. En este sentido, Aragón reclama a Sánchez un incremento de la financiación de las comunidades autónomas y un nuevo sistema que “tenga en cuenta las particularidades” del territorio.
Posteriormente, Azcón dedica un amplio apartado a las infraestructuras, como la autovía A-68 (Zaragoza-Alcañiz-Vinaroz), la A-40 (Teruel-Cuenca) o el corredor Cantábrico-Mediterráneo. También incide en la recuperación de las frecuencias del AVE a Huesca perdidas durante la pandemia y, en especial, la de fin de semana, así como la monitorización de los plazos previstos por Francia para la reapertura del Canfranc.
Energía y agua
En realidad, esas 44 peticiones ya son 43, porque una de ellas era la resolución del Perte VEC III para amarrar la gigfactoría de Stellantis. En cualquier caso, Azcón va a poner sobre la mesa la necesidad de adecuar la red eléctrica a todos los proyectos de inversión que tiene en marcha la Comunidad, con numerosos centros de datos esperando el momento de ver la luz.
En el bloque del agua, varios nombres conocidos salen a la palestra, como el cuarto modificado del recrecimiento de Yesa o un nuevo proyecto para Biscarrués. Este último ya fue anulado por el Supremo y la ministra para la Transformación Ecológica, Teresa Ribera, cerró la puerta a una nueva inversión. La cofinanciación al 50% del Plan Pirineos será otro de los asuntos a tratar.
Despoblación y “otras cuestiones estratégicas”
La despoblación es otro apartado donde Azcón va a incidir especialmente, reclamando un incremento del Fondo de Inversiones de Teruel (FITE), que otorga 60 millones de euros cada año a proyectos en la provincia, repartidos a partes iguales entre Aragón y el Estado. Además, pedirá que se incrementen hasta el máximo permitido del 20% las ayudas al funcionamiento empresarial, actualmente en el 1%.
Finalmente, Azcón le pedirá también “otras cuestiones estratégicas”, como la colaboración en las políticas de vivienda, un Pacto de Estado por la crisis migratoria, la adhesión al Plan Director del Bicentenario de Goya, la creación de un Centro de Alto Rendimiento en el Pirineo o la reversión de la exclusión de Huesca como subsede del Mundial 2030.