Casi cinco años después de que las mascarillas entraran de golpe en nuestras vidas por la pandemia del coronavirus, estas podrían volver a tener protagonismo ante el incremento de virus respiratorios una vez llegada su época. El Ministerio de Sanidad recomienda su uso durante toda la temporada, y dependiendo del progreso, se valora que vuelva a ser obligatoria en centros sanitarios y aconsejada en supermercados, transporte público o espacios como cines o teatros. Será cada Comunidad Autónoma la que decida su actuación.
Hay que recordar que durante el mes de enero de 2024 fue obligatoria para el personal sanitario y los pacientes en sala de espera ante el repunte de infecciones respiratorias.
En este sentido, los expertos aragoneses ven con buenos ojos la medida, aunque el epidemiólogo veterinario de la Universidad de Zaragoza, Nacho de Blas, considera que no debería ser necesario hacerlo obligatorio ni recomendarlo. Para él, aunque da la bienvenida a la medida, cree que es un "atraso" y que la gente no "ha aprendido nada".
"Es un sinsentido que a estas alturas, después de cinco años de pandemia, haya que estar recomendándole a la población que en lugares de riesgo o con síntomas tenga que llevar mascarilla. Es la principal pena o desgracia. Deberíamos haber aprendido que la mascarilla es una herramienta fundamental para controlar la transmisión de las enfermedades respiratorias, ya sea gripe, virus respiratorio o COVID", defiende el veterinario aragonés.
En la misma línea, expone que todas las medidas que frenan la transmisión, como lavarse las manos, la ventilación o no acudir a un evento social con síntomas, no tendrían que quedar en el olvido, principalmente para los grupos de riesgo.
De hecho, ponía como ejemplo a Japón, donde tienen interiorizado el uso de mascarilla desde hace 100 años: "Lo consideran un signo de respeto al resto de ciudadanos".
A su juicio, en España no se ha logrado por diversos motivos. Uno de ellos fueron las primeras dudas sobre la efectividad del utensilio al inicio de la pandemia. "Los que lideraron el curso de la pandemia iban dando palos de ciego", confiesa.
Además, considera que hubo "mucha polarización" y que algunos grupos políticos lo utilizaron como un "arma política" cuando, para Nacho de Blas, en cuestiones de sanidad debería haber un "consenso político generalizado".