Raúl Gascón
Zaragoza
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El hospital Obispo Polanco de Teruel también tendrá un nuevo equipo de cirugía robótica en los próximos meses. Así lo ha anunciado el presidente de Aragón, Jorge Azcón, durante su respuesta al PSOE en el Debate sobre el Estado de la Comunidad, confirmando, también, que se instalarán en el Royo Villanova de Zaragoza y el San Jorge de Huesca, como ya publicó el pasado sábado EL ESPAÑOL DE ARAGÓN.

El primer robot “Da Vinci” llegó a Aragón en marzo de 2023, al Hospital Miguel Servet de Zaragoza, y ya se acerca a las 200 intervenciones realizadas. Se dedica principalmente a especialidades de urología, cirugía general y aparato digestivo y ginecología y se valorará la posibilidad de usar el equipo en otras especialidades. Además, Viamed Montecanal y Quirón también tienen un equipo y se espera que a mediados de noviembre se ponga en marcha en el Clínico.

De esta forma, el Departamento de Sanidad ha iniciado la licitación de dos nuevos equipos en el Royo Villanova y el San Jorge, que podrían estrenar esta herramienta a principios de 2025. A estos dos se sumará también el Obispo Polanco, dotando de cirugía robótica a las tres provincias aragonesas. Entre los tres, la inversión del Gobierno aragonés se elevará hasta los 7 millones de euros.

En estos casos, si el equipamiento que se instale es “Da Vinci” se establecerá en las ofertas que presenten los candidatos. Los equipos de los dos hospitales serán idénticos y dispondrán de consola de cirujano con visión 3D del campo quirúrgico y mandos de control, cuatro brazos robóticos para uso de instrumentación y endoscopio, grabadora de vídeo, simulador, instrumental médico y accesorios.

Azcón ha intervenido en la segunda sesión del Debate sobre el Estado de la Comunidad

Las empresas interesadas tienen un mes para presentar sus ofertas, y a final de noviembre se conocerá la adjudicataria. Desde la firma del contrato, los robots deberán estar instalados en un plazo de 30 días.

La cirugía robótica permite una disección quirúrgica más precisa, reduciendo las posibilidades de error propias de la mano humana. A ello se suma una mayor libertad de movimientos en el campo quirúrgico gracias a los brazos robóticos informatizados, aportando mínima invasión y máxima seguridad. Además, el paciente requiere menos necesidad de transfusiones, menor tiempo de estancia hospitalaria y un regreso más rápido a sus actividades normales.

El contrato incluye un programa de formación para el equipo humano que se hará cargo de la herramienta. Abarcará la observación de cirugías en hospitales experimentados, formación técnica y teórica, ejercicios de simulación, formación con animales, cadáveres o maniquís, y la tutorización de las primeras cirugías por personal ya cualificado.