Vivir desde la distancia la tragedia que se vivió el pasado martes en Valencia, sabiendo que tienes familiares en las zonas afectadas, no es un trago fácil. Josep Murillo es aragonés, pero parte de él es valenciano. Un gran número de su familia reside ahí, en concreto, en Polinyà de Xúquer una de las zonas afectadas por la DANA. "Lo vives con mucho nerviosismo y muy tristes porque sufrimos por ellos", lamenta Josep.
En su caso, tuvieron que estar a la espera de noticias de su familia. "Mi primo y su novia viven en un bajo de Guadasuar, uno de los pueblos más afectados, y tuvieron que saltar de su patio interior al del vecino que los pudo a poner a salvo en la primera planta", explica este aragonés. "Es muy triste porque ves que lo han perdido todo. Su casa está inhabitable y han perdido dos coches y una moto", comenta Josep.
El resto de su familia reside en Polinyà de Xúquer y tuvieron margen de maniobra porque una vez que las inundaciones se estaban produciendo en la 'zona cero' de la DANA tardó unas tres horas en llegar a su municipio. "Tuvimos que llamar a la Policía Local para que subieran a mi abuelo a la planta de arriba", explica.
Así, a medianoche, su familia y el resto del pueblo se encontraban a salvo cuando comenzaron las inundaciones. "El agua llegó a metro y medio y nos ha destrozado la mayoría de los muebles y electrodomésticos de la planta baja", señala Josep.
El momento crítico en su municipio comenta que se produjo sobre las 4.00 de la madrugada cuando era incontrolable el agua que entraba en casa. "Mis tíos intentaban detenerla pero llegó un momento que entraba el agua hasta por el suelo", explica este afectado.
Ante la situación, el jueves Josep junto a sus padres pusieron rumbo hacia Valencia para hacer control de daños en su casa familiar y poder ver que sus seres queridos estaban bien.
"Engañados"
Este joven zaragozano durante los días que ha estado en Valencia ha estado en diferentes puntos más afectados por la tragedia de la DANA. Uno de ellos, el municipio de Algemesí: "Era un caos, la calle de un amigo sigue igual desde hace una semana", lamenta Josep. "No ha sido hasta este domingo cuando han comenzado a llegar a retirar los escombros", explica.
Ante la presencia de personal destinado a Valencia, señala que en su pueblo y en Algemesí lo único que se han visto han sido bomberos y "tampoco muchos". En contrario con el número de voluntarios, que "hay de sobra". "Falta maquinaria que pueda aligerar los trabajos y empiece a quitar los escombros de las calles porque se están colapsando", explica el zaragozano. "Hemos llegado a ver hasta disputas entre vecinos por tema de los escombros", lamenta.
Después de pasar cuatro días intensos de trabajo en las zonas afectadas hace valoración de cómo se encuentra la situación anímica de los valencianos. "La gente está frustrada porque no se les avisó a tiempo y se podrían haber evitado muchas muertes", señala. "Aquí el enfado se dirige más hacia la Generalitat valenciana, se sienten engañados", enfatiza Josep.
Sin embargo, tras estos días viene la peor tarea que es mirar hacia lo que se puede recuperar. "La DANA ha destrozado muchos negocios locales y los campos de los que viven muchas familias", explica Josep.
Por ejemplo, el campo de su tío ha quedado completamente anegado y se prevé una gran pérdida: "Los del seguro le han dicho que no puede tocar nada hasta que llegue el perito y eso pueden ser meses", lamenta.
Tanto él como sus padres volvieron a casa después de cuatro días intensos de trabajo en los que han podido despejar su casa familiar y hacer control de daños. "Me siento un afortunado porque mi familia está bien", concluye.