El reciente triunfo de Donald Trump en las urnas de Estados Unidos ha causado una gran expectación y, como es habitual, ha generado todo tipo de reacciones en diferentes rincones del planeta. Incluso en lugares tan lejanos como Zaragoza.
James Rogers, originario de Nueva York, vive ahora en la capital de Aragón. Asegura que eso es lo único de lo que se alegra en estos momentos, "yo aquí estoy tranquilo". No obstante, con un tono de tristeza, ha compartido la desolación de su círculo cercano, quienes siguen en EE.UU: "Mi familia y mis amigos están muy tristes. Todavía no entendemos que ha pasado por la cabeza de muchos. Los cuatro años fueron horribles con él y, ahora que vuelve, va a ser más de lo mismo", asegura.
Cuenta que se ha levantado a las 3 de la mañana para conocer los primeros resultados. Asegura que "la diferencia ya estaba clara". Con una sola ojeada señala que, no sin sorpresa, observó que "los estados tradicionalmente demócratas no estaban obteniendo los resultados esperados".
De inmediato, dice que lo tuvo claro. "Supe que Trump había ganado por un amplio margen", lamenta al recordar el momento. "La diferencia era clara", señaló. "Los estados demócratas no estaban obteniendo los resultados esperados, y de inmediato supe que Trump había ganado por un amplio margen", rememora.
La victoria del republicano se debe, en su opinión, a un factor clave: la baja participación demócrata. Trump, a pesar de recibir menos votos en comparación con hace cuatro años, ha conseguido una victoria sólida, algo que Rogers atribuye a la falta de motivación para votar de los demócratas.
"¿Por qué no votaron?"
"Trump tiene casi 4 millones de votos menos que en 2020, pero los demócratas han perdido entre 15 y 16 millones de votos. ¿Por qué no votaron? Eso es lo que no entiendo", comenta, claramente desconcertado por lo que considera una desconexión del electorado.
Para Rogers, estos resultados también son parte del "olvido de la historia", de los efectos de la presidencia de Trump en su país. "La memoria de los votantes es corta", lamenta, y añade que "la gente olvida lo mal que estuvo el país durante esos cuatro años. Todos querían votar en contra de él en 2020, con Biden, pero ahora parece que han olvidado todo eso. Justo con una mujer, como pasó con Hillary".
La falta de impulso en la base demócrata y la desilusión generalizada han sido, para este neoyorquino, factores determinantes. Otra observación interesante, según Rogers, es que las nuevas generaciones, especialmente los jóvenes entre 20 y 25 años, "piensan que Trump no va a comenzar una nueva guerra y que eso es lo mejor que se puede esperar". Sin embargo, él mismo mantiene una visión más pesimista: "Yo creo que Trump va a generar más conflictos, no menos".
Una de las reacciones que más le ha sorprendido ha sido el apoyo de la comunidad latina a Trump, a pesar de sus controvertidas políticas sobre inmigración y su retórica agresiva contra los latinos. "Trump ha dicho que quiere sacar a los latinos del país, y aún así, muchos latinos han votado por él. No lo entiendo", expone.
"Ahora solo queda esperar lo menos malo posible", añade, antes de asegurar que lo que suceda en el Congreso será clave para los próximos cuatro años. "El Congreso y el Senado aún están muy reñidos. Es posible que, aunque Trump sea presidente, no pueda hacer todo lo que quiera si no tiene el control completo", explica.
Libertinos
Jay Jonson es otro de los americanos que han vivido el regreso de Trump desde Zaragoza. En su caso, asegura que no ve la diferencia entre ambos políticos y se considera "libertino". "Es un circo presida quien presida, como pasa aquí en España", reclama.
Cuenta que su familia es republicana "de toda la vida". Aunque en su caso, insiste en que no ve nada bueno de ninguno. "Obama, Biden, Hillary, Trump... todos son iguales. Prometen y prometen, pero luego nadie hace lo que dice", expone, "los veo a todos ridículos".
Al pensar en los cuatro años que quedan por delante, Jonson ve "rídiculo" el miedo de la gente. "Va a ser un circo, está vez incluso con más risas", afirma. En su opinión, el problema está en el sistema: "No funciona, deberían coger a candidatos mejores. Tanto demócratas como republicanos", insiste.
Los resultados en América
Víctor Salvador es un joven zaragozano que está viviendo en Nueva York durante un año, trabajando de prácticas en el Consulado. Cuenta que, mientras cenaba en un restaurante con un amigo, vio los resultados del Estado a favor de Kamala: "La gente se vino arriba. Estaban muy contentos porque la mayoría aquí son demócratas", explica.
Un alboroto que viró hacía el bando republicano conforme fue avanzando la noche. "Al volver a casa vimos como muchos iban como locos con caretas de Trump celebrando ya la victoria", relata.
A pesar de que a él no le afecta directamente, puesto que su viaje tiene retorno a España, sí que expresa miedo al pensar en si le afectará en su estancia en Nueva York. "Mis compañeras de la residencia son las que más tristes están, dicen que es un paso atrás para las mujeres", apunta.