La excepcional situación que viven los embalses de la cuenca del Ebro tras las fuertes lluvias de las últimas semanas han llevado a la Confederación Hidrográfica (CHE) a hacer una crecida controlada desde los pantanos de El Grado, en Huesca, y Camarasa, en Lérida
El resultado se ve desde primera hora de esta mañana en los ríos Noguera Pallaresa y Cinca, que han incrementado su caudal, llegando a los 120 metros cúbicos por segundo de salida (5 hectómetros cúbicos) y 400 metros cúbicos (18 hm3), respectivamente.
La crecida se mantendrá 12 horas y, según explican desde la Confederación, irá acompañada de un pequeño desembalse en Flix, en el río Ebro, con el objetivo de que este miércoles lleguen al embalse de Ribarroja las crecidas procedentes de los ríos Segre y del Cinca, con un caudal esperado de 550 metros cúbicos por segundo.
El jueves, hacia las 8.00, está previsto iniciar otra crecida controlada desde el embalse de Mequinenza, de 1.400 metros cúbicos por segundo durante ocho horas (40 hm3) y a las 16.00 finalizará la operación.
La maniobra, dicen desde la CHE, se hace en colaboración con la Aca, Endesa, el Ministerio para la Transición Ecológica, Cedex, la Universidad de Lérida, La Universidad Politécnica de Cataluña, la de Valencia, la de Madrid, Spesa y Tragsa.
Estas crecidas controladas tienen como objetivo dotar a los ríos de caudales generadores que garanticen sus ecosistemas, y forman parte tanto del Plan Hidrológico del Ebro como de la estrategia GISDHE de gestión integral de sedimentos.
Los caudales generadores tienen como fin mantener y regular la estructura geomorfológica de los cauces, evitando su progresivo estrechamiento, así como la colonización de las riberas por especies arbóreas favoreciendo también el transporte de sedimentos y materia orgánica.
Situación de los embalses
Entre tanto, los embalses de la cuenca del Ebro se mantienen por encima del 70% de su capacidad. Concretamente, están al 71,1%, según el último parte semanal de la CHE. Esto los sitúa muy por encima del 50,4% que se registraba hace un año y del 51,6% que marca la media del último lustro.
Antes de la operación, el embalse de El Grado estaba al 97,7% de su capacidad, con 390,9 hectómetros cúbicos embalsados sobre un total de 400. El caso de Camarasa era muy similar, con 145,4 de 163,4.
En el caso de la margen derecha, especialmente castigada por la sequía, los datos siguen siendo positivos como consecuencia de la DANA. Sus pantanos están al 57% (384 hectómetros cúbicos), cuando hace un año no pasaban del 40%, el mínimo de los últimos ejercicios.