El incendio en la residencia Jardines de Villafranca ha levantado preocupación entre las trabajadoras del sector por sus condiciones laborales. Dos empleadas se encontraban aquella noche en el centro, cumpliendo unas ratios de personal que datan de 1992 y que, denuncian los sindicatos, se han quedado desactualizadas a las necesidades actuales para dar un servicio de calidad a los usuarios.
Así lo han reclamando este viernes un grupo de trabajadores de residencias, que se han concentrado en el centro de Zaragoza para exigir una mejora de las ratios y un nuevo convenio colectivo autonómico, ya que, actualmente, dependen del estatal, que es, aseguran, “bastante nefasto”. “Nunca pasa nada hasta que pasa, y, en ese momento, te das cuenta de que estás totalmente desprotegido. Por mucho que quieras hacer es imposible”, ha asegurado Ana María Meler, supervisora en la residencia Jardines de Villafranca.
Una semana después del trágico suceso donde perdieron la vida diez usuarios, las dos trabajadoras del turno de noche permanecen en sus casas con permiso de la empresa. Mientras, en el centro continúa la investigación y ya han comenzado algunas labores de limpieza, por lo que todavía no se tiene fecha para la reapertura, con los usuarios trasladados a la residencia de Vitalia en Huesca.
“Echan de menos la residencia de Jardines porque ellos están muy acostumbrados a ella y sus hábitos. Es un tipo de paciente que está acostumbrado a no tener unas ciertas normas por sus patologías y allí se encuentran muy libres. Están con muchas ganas de volver”, ha apuntado Meler.
En este sector, explican, trabajan unas 13.000 personas, cuyas labores en los centros aglutinan todos los cuidados que necesitan los usuarios, por lo que reivindican esa mejora de ratios para disponer de más personal. “Si hubiera más gente todo sería mejor a la hora de a todos los turnos y a todos los niveles. Principalmente nos encargamos de los aseos personales, las comidas, las meriendas, las cenas, los cambios de pañal, los cambios postulares en la noche… Todo es un cúmulo de mucho trabajo”, ha incidido Meler.
Entre las dificultades para mejorar esas ratios, detallan, es la falta de trabajadores disponibles, ya que “no hay gente que quiera trabajar en este sector”. Por ello, urgen también la creación de un convenio colectivo autonómico que mejore las condiciones de los trabajadores. “Es un convenio muy malo, muy bajo y todo está mal pagado. Un festivo está mal pagado, un día especial también... Hay periodos que son muy difíciles de completar porque no hay gente. Por ejemplo, el periodo vacacional es horrible”, ha afirmado la supervisora de Jardines.