La carrera por suceder a Javier Lambán al frente del PSOE-Aragón ha comenzado. Los socialistas afrontan un relevo marcado por la incertidumbre, la falta de un liderazgo claro, las crecientes tensiones con Pedro Sánchez y la necesidad de reformular su proyecto para recuperar las instituciones y competir 'de tú a tú' con Jorge Azcón en 2027.
Sobre la mesa hay en estos momentos más preguntas que respuestas. ¿Se presentará Pilar Alegría? ¿Lo hará Juan Antonio Sánchez Quero? ¿Se reavivará la pugna entre el PSOE de Zaragoza y de Huesca? ¿Qué PSOE-Aragón saldrá del 18º Congreso Regional de marzo? Todas ellas comenzarán a despejarse el 24 de enero con la presentación de precandidaturas, una espera que promete más de un giro de guion.
Los propios afiliados son conscientes de que estos periodos han sido siempre... "dejémoslo en interesantes", como dijeron este viernes en el Comité Regional, y dan por hecho que si finalmente hay primarias y hay que elegir entre Pilar Alegría, Mayte Pérez o Juan Antonio Sánchez Quero "serán unas primarias duras".
Durante el Comité hubo constantes llamamientos a la unidad. El propio Lambán utilizó un tono integrador en su intervención y evitó cualquier atisbo de confrontación. Y motivos no le faltaban. Se esperaban referencias a la amnistía, al cupo catalán o incluso a la incendiaria declaración de Víctor de Aldama, pero no las hubo.
En su lugar, el todavía secretario general del PSOE aragonés pidió a los suyos que dejen el pabellón "bien alto" en el Congreso de Sevilla y se comprometió a facilitar las cosas a quien venga detrás para superar su legado.
Poco se parece este Lambán al de los últimos meses, en los que llegó a asegurar que Pilar Alegría no era su sucesora natural. "El partido necesita a alguien con principios, no a un ventajista. Debe ser una persona bien avenida con el territorio y la verdad", decía a finales de octubre.
Los socialistas todavía tienen grabada la comparación que hizo la ministra aragonesa entre el cupo catalán y las ayudas al funcionamiento de Teruel. Para muchos, esto la invalida directamente como candidata, ya que podría dar gasolina al PP. Otros, en cambio, creen que Alegría "tiene derecho" y recuerdan que ha habido precedentes como el de Juan Alberto Belloch, primero biministro y posteriormente, alcalde de Zaragoza.
Pero si algo ha quedado claro en los últimos años es que los caminos de Ferraz son inescrutables. El propio presidente de Aragón, Jorge Azcón, aseguró en una entrevista a EL ESPAÑOL DE ARAGÓN que la elección de Alegría sería "una mala decisión", dado que "todo lo que tiene que ver con Sánchez no beneficia a Aragón".
Hay socialistas que creen que una candidata como ella "se lo pondría fácil" al PP, ya que está estrechamente ligada al Gobierno de Pedro Sánchez, del que también, como es sabido, es portavoz. Con todo, desde el sector sanchista dan por hecho que dará el paso.
Su nombre, de hecho, salió en varias intervenciones del Comité de este viernes. En todas hubo un buen tono, pero las cosas "se dijeron". Los críticos reprocharon a Lambán sus continuos ataques al Gobierno de España, mientras que otros líderes como Mayte Pérez salieron en defensa del aún secretario general.
Posibles candidatos
¿Y qué ocurre con el resto de candidatos? En muchas quinielas empieza a sonar ya un nombre: el de Juan Antonio Sánchez Quero. El líder provincial mantiene el único bastión socialista en Aragón tras la debacle de las últimas elecciones: la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ). De un tono mucho más calmado al que acostumbra Jorge Azcón y poco dado a los medios de comunicación, Sánchez Quero garantizaría un relevo continuista con los 13 años de Lambán como secretario autonómico.
Que la provincia sea donde más cohesionado está el PSOE de Zaragoza juega a su favor. Muchos lo ven como un candidato 'de transición' que permitiría al PSOE aragonés recomponerse y encontrar una voz propia con la que recuperar el Pignatelli.
Pero otros creen que su papel debería limitarse al de secretario general y que el PSOE tendría que buscar "otro rostro" para volver al Gobierno, ya sea en 2027 -algo complicado con un PP que las encuestas sitúan al borde de la mayoría absoluta y con el viento a favor a nivel nacional-, o en 2031.
Un tándem Quero-Alegría -él como secretario y ella como candidata- se ve poco probable, aunque unos y otros tienen claro que el partido necesita un acuerdo. Los hay que, más que necesario, lo ven imprescindible y aunque en estos momentos "hay voluntad" por ambas partes, no se puede dar por hecho.
Tampoco se puede descartar que en la carrera por la secretaría general aparezcan otros nombres. Mayte Pérez sería una de las favoritas de Javier Lambán, y muchos ven en Darío Villagrasa la imagen joven que necesita el partido para medirse al PP.
Será tras el inminente Congreso Federal del PSOE, en el que se reelegirá a Pedro Sánchez como secretario general, cuando los engranajes empiecen a girar. Mientras, todas las posibilidades siguen abiertas.