Quizá el regreso de Sevilla en el mismo AVE sea lo más cercano que vayan a estar las federaciones del PSOE en Zaragoza y Huesca en los próximos meses. Ambas delegaciones han vuelto del Congreso Federal más distanciadas si cabe, lo que augura una dura batalla en el cónclave regional por el relevo de Lambán por el liderazgo de la formación en la Comunidad, que se decidirá entre febrero y marzo.
La última mecha que ha vuelto a encender la llama ha sido los nombramientos tanto en la Ejecutiva como en el Comité Federal. Las delegaciones de Zaragoza y Teruel sostienen que se llevaron a cabo sin acuerdo ni consenso y mediante “imposiciones” de la Dirección del partido.
Los hechos se sucedieron a última hora de la noche del sábado, cuando la cúpula del PSOE de Zaragoza recibió la propuesta, que decidieron no aceptar por considerar que había sido “impuesta, sin diálogo y negociación”. Esta incluía el nombramiento de Manuela Berges en la Ejecutiva Federal y de Teresa Ladrero, Ros Cihuelo (Zaragoza), Miguel Gracia (Huesca) y Herminio Sancho (Teruel) en el Comité.
Pese a ello, desde la cúpula del PSOE zaragozano lamentan que todos los nombramientos se hayan mantenido, “sin espacio” para “el consenso o el pacto”. De hecho, destacados miembros de la cúpula como los líderes en Zaragoza y Teruel, Juan Antonio Sánchez Quero y Mayte Pérez, no se han quedado al discurso de clausura de Pedro Sánchez.
Una postura similar han transmitido desde el PSOE de Teruel, que rechazan “la falta de negociación y la nula voluntad de consenso” de la Dirección del partido. En la federación lamentan que “en ningún momento” se haya consultado ni se hayan puesto en contacto con ellos para tratar los nombramientos, por lo que lo califican como “una imposición más” de Ferraz.
No lo ven así distintas fuentes de la federación de Huesca, más cercana a Sánchez, que creen que el nombramiento de Manuela Berges y la integración de Teresa Ladrero en el Comité es un “gesto” de Pilar Alegría para integrar a Zaragoza dentro de los órganos de Dirección del partido. Incluso, lo consideran como un paso hacia un proceso de entendimiento de cara al relevo de Lambán, en busca de una candidatura “de unidad”, también con Ferraz, para trabajar juntos de cara a recuperar las principales instituciones aragonesas en 2027.
Por ello, estas fuentes no dejan de ver “sorprendente” la reacción surgida desde Zaragoza y Teruel, y defienden que, en estos momentos, lo importante es “sumar” por la unión en el PSOE aragonés. Una unión que, eso sí, creen que debe pasar por un cambio “de fondo y formas” en el partido para afrontar con garantías los próximos comicios municipales y autonómicos.
Con la celebración del Congreso Federal, se da el pistoletazo de salida a la celebración de los cónclaves autonómicos, una cita que en Aragón se lleva esperando desde la derrota en las elecciones de mayo de 2023 y que incluso la cúpula de Huesca pidió adelantar para acelerar el relevo de Lambán. La cita será los días 15 y 16 de marzo, tal y como se acordó en el último Comité Regional.
Aunque todavía no hay nombres que hayan confirmado oficialmente su candidatura, el de Pilar Alegría vuelve a resonar con fuerza tras el Congreso de Sevilla, todavía más con el nombramiento de Berges en la Ejecutiva. De hecho, el sector sanchista de Huesca da por hecho que se presentará a liderar el partido, y sostiene que no hubiera tenido sentido añadir a un oscense en la Dirección, ya que el objetivo debía ser la “integración” de Zaragoza para ampliar la base.