Vox mantendrá abierta la negociación con el PP en el Ayuntamiento de Zaragoza pese a suspender las conversaciones en las comunidades autónomas que necesitan sus votos para sacar adelante sus presupuestos, entre ellas Aragón.
La formación rechaza apoyar a los populares si pactan con el PSOE el reparto de migrantes, pero el ultimátum no tendrá efecto en el Consistorio zaragozano, donde Natalia Chueca necesitará sumar un voto más al de sus 15 concejales para aprobar sus cuentas.
El anuncio pilló "por sorpresa" a los cuatro concejales de Vox en Zaragoza, que se pusieron de inmediato en contacto con la dirección nacional para ver en qué medida les afectaba. No obstante, en los ayuntamientos, al carecer de competencias, todo sigue como hasta ahora.
Su portavoz en Zaragoza, Julio Calvo, confirma que ya están hablando con el PP, al que han entregado sus peticiones. Entre ellas destacan partidas para los polígonos industriales y la reforma y el mantenimiento de calles, así como medidas de simplificación administrativa. "Hay que tener en cuenta que prácticamente el 75%-80% de un presupuesto está comprometido", razona.
Calvo confía en dar carpetazo al asunto antes de finales de mes. Aunque no descarta que el PP pueda presentar un presupuesto sin acuerdo, cree que ir a la vía de las enmiendas desgastaría tanto al equipo de Gobierno como a su propio partido. "Siempre es mejor llegar a uno", añade.
En juego, en todo caso, no solo están los presupuestos. PP y Vox también tienen que negociar las ordenanzas fiscales de 2025, de las que dependen la subida del recibo del agua o las basuras. Durante la pasada comisión, Vox terminó uniendo sus votos a los de la izquierda para que este último no subiera más allá del IPC, aunque está por ver qué ocurre en la decisiva votación de este mes de diciembre.
Los de Calvo piden, fundamentalmente, una rebaja de dos puntos en el impuesto de plusvalía, una reivindicación que creen que Natalia Chueca "terminará aceptando", dado que la merma de ingresos sería de 'apenas' dos millones de euros.
Nolasco cierra filas
En el plano autonómico, el portavoz de Vox en las Cortes, el exvicepresidente Alejandro Nolasco, se muestra tajante y cierra filas con la decisión tomada por su partido a nivel nacional. "Si nos fuimos del Gobierno por un tema tan importante, evidentemente, hasta que no cambien su política migratoria, se suspende la negociación", decía tras conocerse el ultimátum.
De nada parece haber servido el llamamiento a la "responsabilidad" del Gobierno aragonés, que pidió, a través de un comunicado, no bloquear los presupuestos "vinculándolos de una forma determinante" a un problema, el de la inmigración, que "es un asunto de ámbito estatal e internacional".
Esto, sin embargo, no quiere decir que Aragón se vea abocada a una prórroga presupuestaria. "Para empezar a hablar, ellos tienen que ver qué hacer. Sería bueno que dijeran de qué parte están. Es un tema fundamental, está en juego la seguridad de los aragoneses", subrayaba, sin cerrar totalmente la puerta.
Pese a que en las últimas semanas todo parecía apuntar a, al menos, un inicio de las conversaciones, Nolasco confirma que las negociaciones "ni siquiera habían empezado" y que "formalmente" nunca ha hablado del presupuesto de 2025 con Jorge Azcón. "Siempre respondía con evasivas", explicaba.