La punta de la crecida del río Ebro ha entrado en la provincia de Zaragoza con 7,27 metros de altura. Es el valor que ha alcanzado en Novillas, muy por debajo de los 8,5 que rebasó la riada, de carácter extraordinario, que se vivió en diciembre de 2021.
Abel Vera, alcalde de la localidad, ha confirmado que ni las granjas ni el casco urbano se han visto afectados. Sí se han anegado "unas cuantas parcelas de cultivo" de la zona baja, principalmente de alfalfa, aunque por ahora no se puede precisar el número de hectáreas inundadas. "El agua ha rebasado una de las motas de la margen izquierda que está preparada para aguantar hasta 1.500 metros cúbicos por segundo, pero habrá que valorar si está rota o simplemente la ha superado", ha indicado.
El episodio ha sido, en todo caso, menor que el del año pasado. "Esperemos que el agua baje rápido y las afecciones económicas sean mínimas", ha completado.
En Castejón se ha llegado a los 1.610 metros cúbicos por segundo, y se espera que el pico pase por Zaragoza capital a última hora de la tarde de mañana miércoles con entre 1.300 y 1.400 m3/s.
En este caso, los valores también se quedarán por debajo de los últimos episodios. En el último, en marzo de este 2024, el Ebro alcanzó los 1.600 metros cúbicos por segundo, según apuntan desde la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).
En estos momentos, el Ebro lleva 788 metros cúbicos por segundo a su paso por Zaragoza y una altura que se duplicarán en las próximas horas, ya que mantiene una tendencia ascendente.
Pese a que no se rebasarán los límites de una avenida ordinaria, desde el Gobierno de Aragón se recomienda extremar la precaución, no acercarse al cauce del río y no aparcar en zonas que puedan inundarse.
El Ayuntamiento de Zaragoza también ha hecho en estas últimas horas un llamamiento a la precaución. Los servicios municipales implicados, han afirmado desde el Consistorio, están ya activos para tratar de minimizar las afecciones que puedan producirse, aunque por ahora no se ha detectado ninguna reseñable en la capital aragonesa y de momento no será necesario activar el Plan Municipal de Emergencias.
Bomberos y Policía Local van a controlar el acceso a los distintos senderos, caminos y paseos que discurren por las proximidades del Ebro además de vigilar las riberas y llevar a cabo labores informativas necesarias a los ciudadanos para evitar riesgos. Además, se insta a no sobrepasar las cotas que puedan ser acotadas en estas próximas horas.
Para los alcaldes de la ribera, este episodio ha sido prácticamente "un paseo" en comparación con las avenidas extraordinarias de los últimos años. Tanto es así que en las últimas horas no ha habido que reforzar motas como ocurrió en otras ocasiones.
"Estamos muy tranquilos. Va a coger campos, pero no muchos. Cuando pasa de los 2.000 metros cúbicos por segundo es cuando hay que empezar a preocuparse", decía Raúl Moncín, alcalde de Pradilla, otro de los municipios de la Ribera Alta.