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Cinco incendios en los últimos cinco días, uno de ellos mortal. Todos ellos comparten un elemento en común y es el origen de los mismos que no es otro que las estufas eléctricas o las chimeneas. Caneto abrió la veda tras el incendio producido en una de sus alumnas a causa de una mala combulsión de una estufa de leña. El fin de semana se tuvo que lamentar el fallecimiento de un hombre por un incendio por el mismo motivo. En este incidente resultó herida una mujer. 

Este mismo lunes, en diferentes puntos de la provincia de Huesca, los Bomberos de la Diputación de Huesca tuvieron un arduo trabajo con tres conatos de incendio en escasos minutos donde estuvo detrás de ellos desde una chimenea, a una estufa eléctrica y un calentador eléctrico. 

Este tipo de incendios acaba de comenzar con la venida del frío a la Comunidad lo que lleva a la puesta en marcha de unas chimeneas que llevan mitad de año apagadas y lo mismo ocurre con las estufas eléctricas. Ante el peligro que puede suponer, los bomberos alertan de las prevenciones que se deben llevar a cabo para evitar que estos fuegos vayan a más y evitar trágicos sucesos como se dio el sábado en Belchite. 

Así, especifican que en el caso de las chimeneas de leña, pelets o butanos hay que tener especial cuidado con algunos aspectos: "Si son de butano y propano, hay que mirar que quemen bien, que no haya problema de apagar y encenderlo. En el caso de las chimeneas se tiene que hacer una limpieza, llamar a un técnico para que no se genere monóxido de carbono al conservar hollín en el interior", explica Ángel López, director de la escuela ciudadana de prevención de riesgos de los Bomberos de Zaragoza. 

Mientras, los incendios que se originen a través de estufas y calentadores eléctricos, la prevención viene de procurar que los enchufes se encuentren en buen estado: "Hay que estar pendiente los primeros días de que los enchufes y las regletas no se calienten", remarca López. 

Si se deja a un lado estas prevenciones, suceden los accidentes: "En muchas ocasiones lo que ocurre es que no se hace un buen mantenimiento y limpieza de estos elementos de combulsión", explica Manuel Martínez, jefe de intervención de los bomberos de la Diputación de Zaragoza. Esto hace que en temporada invernal muchas de las salidas de los parques de bomberos se deba a este tipo de incendios. 

El monóxido, el peor enemigo

La combustión de estos elementos de calefacción trae consigo un gas que se encuentra detrás de la causa de intoxicación o, lamentablemente, muerte de los que se encuentran dentro del edificio. El monóxido de carbono se propaga tras la mala combulsión y puede generar desde vómitos y mareos hasta la muerte: "El monóxido es un gas que no huele, no se ve, no sabe a nada, con lo cual, se te mete en la marbulina de la sangre y te quedas dormido y no te enteras", explica. 

"Toda la sucedidas que se genera en las chimeneas, ese hollín que lleva meses adheridos hace que no tire bien el fuego y genere monóxido. Y todo eso sin darnos cuenta", destaca López. 

Un detector salva vidas

Por ello, los bomberos destacan que este tipo de incendios podrían tener una sencilla solución si las viviendas tuvieran un detector instalado. En el caso de España no son obligatorios como si lo son en el resto de Europa. Por ello, el director de la escuela ciudadana de prevención de riesgos destaca la importancia de estos: "No se necesita instalación y te va a proporcionar que te avise cuando el monóxido empiece a aparecer para así tener tiempo suficiente para irte de casa y llamarnos a nosotros para que ayudemos en ese momento", recalca López. 

"En el 95% de estos incendios en las viviendas no hay ningún detector. Este tipo elementos son importantes a la hora de salvar vida, porque supone de no darnos cuenta y morir, a tener el tiempo de escapar y salir de allí", explica el director.

Por todo ello, los bomberos se enfrentan a un incremento de salidas al añadir estos factores habituales del invierno. A esto se suman las salidas por orígenes habituales como las cocinas. Aunque desde hace unos pocos años se ha visto otro incremento en los conatos de incendio: "Ahora también tenemos como novedades los patines, las baterías en nuestras salidas", señala López. 

¿Qué debo hacer si hay un incendio? 

Ante la posibilidad de enfrentarse a un incendio en el interior de su vivienda, el director de la escuela ciudadana recomienda "siempre" cerrar las puertas del incendio para dejarlo confinado: "El incendio va a buscar oxígeno donde lo tenga y si le vamos cerrando puertas, lo vamos a tener confinado", recalca. Sin embargo, el problema reside si estamos dormidos, de ahí destacan la importancia del detector. 

El siguiente paso sería cerrar la puerta de la vivienda y salir todos los que se encuentren en la casa afuera para llamar una vez a salvo al 112: "Así vosotros estaréis salvados como familia", señala. 

La situación es diferente si el fuego se origina en una vivienda del mismo bloque de pisos. En ese caso, la manera de actuar cambia: "Aunque parezca raro, hay que quedarse en casa porque salir puede ser exponerse a los gases tóxicos del fuego. Así lo señala el protocolo mundial", explica. 

Por lo que los pasos a seguir se centran en seguir las indicaciones de los bomberos en todo momento y no salir de la vivienda a no ser que las autoridades señalen lo contrario.