El tablero de las Primarias en el PSOE de Aragón: Pilar Alegría, Darío Villagrasa y las cartas ya puestas sobre la mesa

Pilar y Darío. Alegría y Villagrasa. Ministra de Pedro Sánchez y número 2 de Javier Lambán. Todavía queda un mes por delante para que comience oficialmente el proceso de Primarias en el PSOE aragonés, pero los últimos diez días de 2024 han servido para poner todas las cartas sobre la mesa e iniciar la pugna por el liderazgo del partido, que quiere recuperar en 2027 las instituciones perdidas hace año y medio.

Ninguno de los contendientes quiere convertir este proceso de primarias en la batalla de un partido fragmentado a mitad de la autovía Mudéjar, y ambos hacen un llamamiento a la unión pase lo que pase en el Congreso Regional. Porque tienen claro que el rival no está dentro, sino en un PP que ve estas Primarias desde la cómoda posición que le refrendan las últimas citas electorales en Aragón.

Pero que no quieran convertirlo en una batalla no significa que no vayan a pugnar por el último voto. Alegría, la candidata de Ferraz, cuenta con la baza del PSOE de Huesca, y Villagrasa mantiene el respaldo de la cúpula de Zaragoza y Teruel, si bien los bloques no están, ni mucho menos, cerrados. Como ejemplo, el PSOE de Caspe (Zaragoza), con la exalcaldesa de esta localidad y secretaria general de la federación, Pilar Mustieles, junto a Villagrasa; mientras que su candidato a la Alcaldía en 2023, Abraham Martínez, arropó a Alegría en su presentación.

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Hasta la escenografía va a jugar un papel reseñable. Alegría, a quien se le puede achacar su lejanía desde Madrid, eligió su pueblo, La Zaida, de poco más de 400 habitantes en un guiño por el Aragón rural. Villagrasa anunció su candidatura ante el Palacio de La Aljafería, sede del Parlamento aragonés, y en su presentación optó por el barrio “obrero” del Arrabal, en Zaragoza, y el centro cívico Tío Jorge, impulsado en los 80 por los socialistas Sainz de Varanda y González Triviño, que incluso se quedó pequeño y hubo que improvisar un escenario al aire libre.

Conocidos los candidatos, las miradas en los primeros actos se desviaban también hacia los invitados. Alegría reunió a alcaldes, concejales y militantes de base, lejos de los grandes cargos, entre los que sobresalía el delegado del Gobierno, Fernando Beltrán. No en vano, el secretario general del PSOE de Huesca, Fernando Sabés, no acudió a La Zaida para dar protagonismo a la militancia del resto del territorio, como los llegados desde las Cinco Villas, bastión de Lambán, o la presencia de Javier Baigorri, número 2 socialista en Teruel, provincia que se presuponía afín al sector ‘oficialista’. Junto a ella, además, la alcaldesa de Pedrola (Zaragoza), Manuela Berges, recién integrada en la Ejecutiva Federal de Pedro Sánchez.

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Villagrasa, pese a su intención de marcar una línea propia, atrajo en una fría mañana en Zaragoza a pesos pesados del ‘Lambanato’. Era su estreno como candidato, el primer día en el que prácticamente todos los focos le apuntaban únicamente a él, en el que su nombre era el que sobresalía en el cartel, y se rodeó de rostros muy conocidos que incluso le han visto crecer desde que, con 22 años, se estrenó en las Cortes. Entre ellos, la secretaria general en Teruel, Mayte Pérez, casi uña y carne dentro y fuera del Parlamento, y que no escondió la emoción durante buena parte de los 40 minutos que duró su intervención.

A la improvisada escalera-grada del parque Tío Jorge acudieron otros exconsejeros como Marta Gastón, Felipe Faci, o Mariví Broto; diputados como Pilimar Zamora, Leticia Soria, Sergio Ortiz o Ignacio Urquizu; concejales y cargos del PSOE en instituciones, véase Lola Ranera, portavoz en la capital aragonesa; o alcaldes de Ejea, Épila, o Calamocha, entre otros. Destacó, igualmente, la presencia de Chema Orús, crítico con la Dirección del PSOE de Huesca y que reclama un giro en la federación altoaragonesa. 

No se dejó ver ni se ha pronunciado públicamente el todavía secretario general, Javier Lambán, ni siquiera a través de Twitter. Ambos contendientes están bien ligados al expresidente, ya que él aupó a Villagrasa como secretario de Organización cuando apenas tenía 25 años y nombró a Alegría consejera en su primer Gobierno, aunque la relación con la ahora ministra se rompió camino a las elecciones municipales de 2019.

Javier Cebollada EFE

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Por delante, mes y medio donde se definirá el futuro del PSOE aragonés. Villagrasa ya ha anunciado su intención de “coger el coche” y “recorrer el territorio” -inevitable la comparación con el Pedro Sánchez de 2016-, y se espera una amplia agenda de la ministra por Aragón en las próximas semanas. Ambos tienen hasta el 3 de febrero para recoger avales y se medirán en Primarias el 16 de febrero, fecha en la que se decidirá si el ‘Sanchismo’ también logra adentrarse en las entrañas del partido en Aragón o si mantiene la “voz propia” tan enaltecida por Lambán.