El Gobierno de Aragón invertirá “no menos” de 100 millones de euros en los próximos años en crear un gran hub tecnológico de primera generación que llevará el nombre de César Alierta. Un espacio que nacerá de la mano de la Universidad de Zaragoza y que comenzará a levantarse en septiembre de 2026, con el objetivo de que sea una realidad en el primer semestre de 2029.

En un terreno de 80 hectáreas en el norte de Zaragoza se levantará un gran parque tecnológico que buscará situar a la capital aragonesa como un ecosistema de innovación “único en el mundo” para el desarrollo de talento y empresas. Conocido como el Distrito Aragonés de Tecnología (DAT) César Alierta, este espacio agrupará a empresas, universidades e investigación como el eje central del sueño de Aragón de convertirse en un gran hub tecnológico del sur de Europa.

Con ello, Aragón y Zaragoza esperan atraer a empresas y desarrolladores de múltiples ámbitos relacionados con la tecnología, centrándose en asuntos de ciberseguridad o inteligencia artificial. Así, buscará aunarse con otros centros ya ubicados en la Comunidad, como los parques tecnológicos Walqa (Huesca) y TechnoPark (Alcañiz) y el Aeropuerto de Teruel.

El presidente de Aragón, Jorge Azcón, ha presentado este DAT César Alierta en un multitudinario acto en el edificio Pignatelli, donde ha avanzado que diversas empresas y proyectos ya han mostrado su disposición a ubicarse en este espacio, tendiendo la mano a más iniciativas interesadas. "Que estén tranquilos, tenemos sitio, tenemos miles de metros por asignar y adjudicar, pero no tardaremos tiempo en hacerlo", ha señalado.

De estas 80 hectáreas, alrededor de 16 se destinarán a la creación de parcelas para la ubicación de proyectos empresariales, junto a otras 15 para usos docentes e investigación universitaria, creando, asimismo, un gran espacio verde. “Queremos que no sea un recinto dentro de la ciudad, sino que la ciudad entre en el distrito como un gran parque urbano”, ha señalado uno de los responsables del proyecto, Eduardo Aragüés, de IDOM.

Este Distrito Aragonés de Tecnología César Alierta quiere acompañar la llegada de los centros de datos a varios puntos del territorio, y permitirá, según Azcón, “poner cara” a estos proyectos tecnológicos. “Los centros de datos e inversiones serán espacios que los ciudadanos no van a ver. Lo que van a ver es este centro tecnológico, que representará la revolución de inversiones y tecnología que está llegando a la Comunidad”, ha subrayado.

Así, el presidente aragonés confía en que, de la mano de este proyecto y del “potencial” de Aragón, aterricen en la Comunidad más empresas que adentren al tejido económico e investigador en el el futuro. “Estoy convencido de que el desembarco de nuevas empresas generará empleos e impulsará nuestra economía como nunca lo había hecho antes”, ha aseverado.

Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, Mar Vaquero, ha resaltado la importancia del proyecto porque “enlaza con los valores de los aragoneses”, como la colaboración institucional con la Universidad de Zaragoza. “Es lo que nos hace diferentes y lo que nos ha hecho atraer a empresas de todo el mundo y que empresas aragonesas sigan apostando por nuestro territorio”, ha apuntado.

Igualmente, la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, ha comparado el impulso que puede dar el sector tecnológico a la ciudad con la llegada de General Motors en 1982. “Nos ofrece la posibilidad de crear un ecosistema de innovación para todas las empresas vinculadas a temas de ciberseguridad, IA… Hay un mundo por desarrollar y que pueda avanzar en nuestra ciudad nos hace ver con esperanza el futuro para los zaragozanos y todas las empresas”, ha añadido.

Con ello, el Gobierno de Aragón espera que este mes de febrero concluya la redacción del Plan Director y en marzo se liciten los primeros proyectos. Ya en septiembre de 2026, comenzarían las primeras obras en algunos edificios, mientras que en mayo de 2027 se iniciaría la urbanización y construcción de la sede central. Los espacios para empresas se levantarán conforme se concrete la demanda por parte de las compañías, ya que una misma parcela de 15.000 metros cuadrados puede destinarse a una única sede o dividirla entre varias.