Elena Javierre, presidenta de la Asociación de Pediatría de Atención Primaria de Aragón

Elena Javierre, presidenta de la Asociación de Pediatría de Atención Primaria de Aragón E. E.

Actualidad

Elena Javierre, pediatra: "Con la meningitis hay que actuar muy pronto para intentar frenar su evolución lo antes posible"

Los expertos recomiendan una buena higiene de manos, uso de mascarillas y la vacunación entre los menores. 

Más información: Recibe el alta uno de los menores ingresados por un caso probable de meningitis en un colegio de Zaragoza

Publicada

La presencia de casos de meningitis en un colegio de Zaragoza ha provocado que se vuelva a hablar de esta enfermedad y se encuentre en el foco de las preocupaciones tras provocar que dos personas -una mujer y un menor- se encuentren ingresados en la unidad de cuidados intensivos (UCI) a causa de esta.

Además de estos, dos menores también han sido hospitalizados al haber sido posibles casos de meningitis y este martes llegaba la noticia de que uno de ellos había sido dado de alta y el otro se encuentra de momento en observación. No solo eso, sino que 90 personas han tenido que ser tratadas con antibióticos por ser contactos directos de los pacientes positivos en esta enfermedad. 

Este pequeño brote suele ser una excepción aunque cada año se producen diversos casos. Según el informe de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, en Aragón en 2024 se registraron solo dos casos. A nivel nacional los datos señalan que 29 personas fallecieron a causa de esta enfermedad y se notificaron 321 casos. 

Elena Javierre, presidenta de la Asociación de Pediatría de Atención Primaria de Aragón, explica que esta enfermedad infecciosa afecta al sistema nervioso central al producirse una inflamación de las membranas que recubren el cerebro (meninges) y la médula espinal. 

Esta enfermedad presenta dos variables, vírica y bacteriana, esta última la más frecuente en los últimos tiempos: "Actualmente la más frecuente es la meningitis bacteriana tipo B", señala. Aunque destaca que es una incidencia bastante baja "afortunadamente". 

¿Por qué son peores las bacterianas? Es una pregunta que se ha puesto sobre la mesa durante estos días y se trata de una infección más agresiva. "El porcentaje de letalidad se encuentra alrededor del 10% y los que sobreviven, uno de cada tres presenta secuelas importantes como daño neurológico, sordera, amputaciones", explica. 

Asimismo, alerta que los meningococos (denominación de la bacteria) además de producir meningitis también provocan "la enfermedad meningocócica severa": "La bacteria se difunde por todo el organismo como una infección generalizada y son los que peor pronóstico tienen", matiza. 

Por ello, señala que las familias tienen que estar atentos ante la presencia de una fiebre muy alta, vómitos, dolor de cabeza y a las lesiones petequiales: "Estas últimas se trata de hematomas de color violáceo o rojizo que al apretar la piel no desaparecen", explica. 

Antes estos síntomas, Javierre recomienda poner al niño al cuidado de un centro de salud para que se le revise. "Hay que actuar muy pronto para intentar frenar la evolución de la enfermedad lo antes posible", destaca la presidenta. Según explica, el procedimiento para el diagnóstico se centra en una analítica de sangre y en la extracción de líquido cefalorraquídeo mediante una punción lumbar. 

Una vez que se ha mantenido contacto o se es positivo el paso a seguir es un tratamiento antibiótico: "Son necesarios, son las medidas que más enfermedades han evitado y más muertes han evitado en la historia de la medicina", dice rotunda Elena Javierre. 

Los niños y adolescentes, población de riesgo

Al igual que la gripe, esta enfermedad infecciosa también se transmite de manera respiratoria y a nivel de contacto con la bacteria en superficies a través de la nariz, mucosas o la boca. Ante esto, la presidenta de ArAPAP incide en el uso de mascarilla, una buena higiene de manos, no compartir utensilios y la vacuna. 

Por ello, el mayor contacto humano suele ser un propulsor para que se den "repuntes" de casos entre adolescentes por su alta socialización en ese rango de edad. Para poder frenar esos casos, la pediatra señala "clave" la vacunación a los 12 años frente al meningococo ACWY y el meningococo C. 

Sin embargo, los que han resultado ser un foco de riesgo son los más pequeños: "Los niños menores de 6 años son más susceptibles porque su sistema inmune es todavía inmaduro y se está desarrollando por lo que en ese sentido son más susceptibles a cualquier tipo de infección", explica Elena Javierre.