Julia Moreno, trabajadora social de Médicos del Mundo en Aragón

Julia Moreno, trabajadora social de Médicos del Mundo en Aragón E. E.

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Julia Moreno, trabajadora social: "Es importante recordar que la mutilación genital femenina sigue vigente"

Médicos del Mundo Aragón trabaja para la prevención y atención de las víctimas que sufren esta violencia en sus países de origen. 

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Más de 230 millones de mujeres y niñas son víctimas de mutilación genital femenina en todo el mundo. Este hecho se practica de 30 países de África, Oriente Medio y Asia, según recoge la OMS. La realización de esta supone una violación de los derechos humanos y en muchos casos del niño ya que en su mayoría las víctimas son menores de edad. Este jueves, 6 de febrero, se celebra el Día Internacional de Toleración Cero contra la Mutilación Genial Femenina.

¿Pero qué es? "Una lesión, corte o extirpación de partes de los genitales externos femeninos", explica Julia Moreno, trabajadora social de Médicos del Mundo en Aragón. La OMS recoge cuatro tipos que se centran sobre todo en el corte o rasuración de partes sensibles como el clítoris o los labios vaginales: "Cada uno de ellos tiene unas consecuencias que acompañan a la mujer durante toda la vida", recalca Moreno.

Asimismo, la realización de esta práctica muchas veces no viene acompañado de unas condiciones higiénicas correctas al realizarse en entornos que carecen de buenas aclimataciones médicas lo que puede agravar aún más la situación de la víctima: "Pueden sufrir hemorragias, shock, infecciones, hasta la muerte en algunos casos", detalla.

La agresividad de esta práctica no solo tiene consecuencias en el momento inmediato, sino que las peores partes se viven a lo largo de los años: "Hablamos de problemas de fertilidad, complicaciones en el parto, infecciones recurrentes, fístulas", enumera esta experta.

Aunque las físicas son más visibles, la sombra silenciosa de las consecuencias psicológicas puede a llegar a suponer un mayor duelo y pasar desaparecidas. "Es verdad que las consecuencias a nivel psicológico son más desconocidas, va a depender mucho de si la mujer recuerda o no el momento de la mutilación, porque a veces se hace a edades muy tempranas, también la mujer puede haber vivido experiencias traumáticas en personas cercanas, fallecimiento de hermanas, hijas", detalla.

"La mutilación genital femenina tiene su raíz en la desigualdad de género, es una de las formas de violencia contra la mujer más duras que existen, las razones que sustentan la práctica tienen que ver con el control de la sexualidad de las mujeres"

Según señala esta experta, entre las víctimas los efectos más recurrentes son trastornos en el sueño por pesadillas recurrentes, síntomas de estrés postraumático relacionadas con el momento de la mutilación o también problemas derivados de las relaciones sexuales, que afectan a la autoestima.

Sistema patriarcal

"La mutilación genital femenina tiene su raíz en la desigualdad de género, es una de las formas de violencia contra la mujer más duras que existen, las razones que sustentan la práctica tienen que ver con el control de la sexualidad de las mujeres. Las mujeres que no se les ha realizado sufren rechazo dentro de su comunidad, no son aptas para el matrimonio y sufren mucha presión para no salir de la tradición", explica la experta de Médicos del Mundo.

Así, más allá de tratarse de una práctica que podría ligarse a una religión, se liga como consecuente del sistema patriarcal: "La realidad es que la practican personas de distintos países y distintas religiones, prima el lugar donde naces y si tu comunidad o etnia la práctica", explica.

Por ello, aunque sean las mujeres de la comunidad quienes la realizan, la realidad es otra y quien tiene la última palabra son ellos: "Se trata de una práctica patriarcal en la que los hombres deciden", aclara.

Por tanto, al estar tan enrarecida esta violencia en la cultura patriarcal de estos países y la prohibición de su realización en España, esta experta detalla que el riesgo viene cuando vuelven: "El riesgo está en los viajes a los países de origen, no es una práctica que se dé aquí, pero sí que cuando viajan tienen que enfrentarse a una tradición familiar y ahí tienen que proteger a las menores", señala Moreno.

Aragón, pionero en prevención

La Comunidad cuenta desde 2012 con un protocolo de prevención y actuación ante la mutilación genital femenina. La introducción de este en diversos ámbitos ha proporcionado las herramientas a los profesionales para poder realizar intervenciones preventivas y detectar situaciones de riesgo: "Está funcionado bien, pero sigue siendo muy importante formar a profesionales y recordar que este problema sigue vigente", detalla.

"Se trata de una práctica patriarcal en la que los hombres deciden"

Aragón quiso ir un paso más allá y en 2021 creó una Unidad de atención especializada a mujeres que habían sufrido mutilación genital ahí se tratan las consecuencias sexuales, psicológicas y físicas que algunas mujeres puedan plantear. Además, en el caso que sea necesario se puede valorar una operación para mejorar su situación. Esta Unidad colabora con Médicos del Mundo y tan solo en 2024, la organización derivó a 48 mujeres a la Unidad.

Esta organización se centra en ejercicios de prevención y atención: "Nuestros equipos han atendido a más de 200 personas que proceden de países donde se practica la mutilación genital femenina", explica. Así detalla que la gran parte que atienden están entre los 18 y los 54 años, siendo la franja mayoritaria entre 24 y 35 años.

Así destaca que la prevención es una de las claves para poner fin a esta práctica: "Hay una labor impresionante de intervenciones educativas, informando, sensibilizando sobre las consecuencias de la práctica a nivel de salud y legales y en definitiva empoderando a las mujeres, niñas y comunidades para conseguir su erradicación", finaliza.