Zaragoza

El Papa Francisco toma el control de la disputa de Torreciudad y pone fin al conflicto entre católicos con el nombramiento del español Alejandro Arellano Cedillo. El decano del Tribunal de la Rota pasa a ser representante del Vaticano en el santuario de Torreciudad, donde tratará el conflicto vigente entre la Diócesis de Barbastro-Monzón y el Opus Dei en torno a la disputa por la regulación de este oratorio en Aragón.

Lo ha dejado claro este miércoles el Vaticano, mediante un comunicado de pocas palabras en el que decía que "el Santo Padre ha nombrado a su excelencia Monseñor Alejandro Arellano Cedillo". Lo designa así como "comisario plenipotenciario pontificio" y "delegado de la Santa Sede para el complejo de Torreciudad" para que medie de forma directa en el conflicto entre el Opus Dei y la diócesis de Barbastro.

Disputa sobre Torreciudad

El santuario de Torreciudad se inauguró en 1975 por iniciativa de Escrivá de Balaguer como un lugar de peregrinación. Este santuario está dedicado a la virgen María y es propiedad del Opus Dei, por un acuerdo que se alcanzó en 1962 entre la diócesis de Barbastro-Monzón y el Opus Dei. Una titularidad que desde hace 4 años se ha puesto entredicho.

La tensión se origina por la categoría que tiene el santuario de oratorio y que el obispo barbastrense propone cambiar para que Torreciudad entre dentro de su diocesis. Se trata de una batalla administrativa centrada en la actualización jurídica, económica y pastoral de Torreciudad. 

Es el Opus Dei quien controla el recinto desde su inauguración, y sus argumentos se basan principalmente en el contrato firmado en los años 60, y que sigue en vigor, por el que la diócesis cedía por tiempo indefinido al Opus Dei la antigua ermita, la imagen de la Virgen de Torreciudad, y los terrenos circundantes, a cambio entregarle a la diócesis de Barbastro-Monzón una cantidad anual de 20 euros.

Un contrato que la diócesis de Barbastro busca actualizar y modificar en algunos puntos. Además, reclaman que la actividad pastoral debe seguir lo estipulado por el obispado. Más de 20 reuniones durante 4 años, no han conseguido acercar posturas entre los católicos.

Viendo que no se alcanzaba ninguna resolución, hace dos semanas el obispo de Barbastro Monzón, Ángel Pérez Pueyo, pidió a la Santa Sede que interviniera directamente en el asunto. Un comunicado ante el que el Vaticano ha respondido con el nombramiento de Alejandro Arellano Cedillo.

Tras el anuncio del nuevo nombramiento, la Obra ha publicado un escueto comunicado en el que expone: "Las autoridades de la Prelatura estarán a total disposición de Mons. Arellano, colaborando en lo que sea necesario, con filial adhesión al Santo Padre". 

¿Podrá poner fin este clérigo a las diferencias entre hermanos de la fe? No será por falta de preparación, pues en cuestiones judiciales, Arellano ha ejercido como Vicario Judicial adjunto en la archidiócesis de Madrid y juez diocesano en las diócesis de Toledo y Getafe; además, el papa Benedicto XVI lo nombró prelado auditor del Tribunal de la Rota Romana, en 2007.