El Boletín Epidemiológico de Salud Pública ha notificado un brote de conjuntivitis en la provincia de Teruel. La enfermedad ha dejado un total de 21 afectados, de los cuales 13 son residentes y 8 trabajadores. 

Los hechos apuntan a que el brote se originó por adenovirus, una familia muy contagiosa de virus que infecta tanto a humanos como a otros animales. Para el control de la enfermedad se han recomendado las medidas higiénico-sanitarias oportunas para el control del brote. 

La conjuntivitis vírica es la más frecuente y representa el 95% de los casos. En función del tipo de virus que afecta a la membrana del ojo, la afección ocular tendrá distintos síntomas y gravedad.

A menudo, los virus son muy contagiosos y pueden causar una verdadera epidemia, aunque en el caso de Teruel ha sido controlado. Los síntomas más comunes, que aparece en todos los tipos de conjuntivitis, es el enrojecimiento de los ojos. 

Otros, en función del contagio, pueden ser la sensación de presencia de un cuerpo extraño en el ojo; la secreción ocular amarillenta o verde; picor de intensidad variable o sensación de ardor, entre otros. Pueden llegar a hincharse los párpados y un continuo estado de lagrimeo. 

Para tratar la conjuntivitis, primero se debe conocer el agente causal de la infección. En cualquier caso, el tratamiento siempre debe ser prescrito por un oftalmólogo y puede consistir en colirios, gotas lubricantes o antisépticas y compresas frías para bajar la inflamación. 

Algunos consejos para aliviar los síntomas son evitar frotar la zona contagiada, para no extender la enfermedad al ojo sano o a otras personas. Es recomendable evitar usar maquillaje y lavarse las manos antes de aplicar los tratamientos. En caso de usar lentillas, se debe evitar las mismas hasta que se pase la enfermedad. 

Otras enfermedades

Salud Pública también ha notificado un caso de dengue y otro de disentería bacilar en Zaragoza. En la provincia de Huesca se ha informado de un enfermo de Lyme en la provincia de Huesca.

La shigelosis, o disentería bacilar, es una infección que se forma en el revestimiento de los intestinos. Su causa, tal y como su nombre indica, esta causada por un grupo de bacterias llamadas Shigella, la cual expulsan los infectados mediante sus heces.

Asimismo, la Shigella puede propagarse mediante el agua, los alimentos o de persona a persona. De hecho, con tan solo una pequeña carga de la bacteria en la saliva ya es suficiente para provocar una infección. Aunque los brotes de esta enfermedad se asocian normalmente con condiciones sanitarias deficientes y de vida en hacinamiento.

Los síntomas a menudo aparecen de uno a siete días (con un promedio de 3 días) después de estar en contacto con la bacteria y van desde dolor abdominal y fiebre, a sangrado o pus en las heces; vómitos; mareos y diarrea.

Su tratamiento consiste en reponer los líquidos y minerales perdidos en la diarrea, ya que su falta implicaría una deshidratación. Normalmente, no se administran medicamentos, ya que podrían provocar un prolongamiento de la infección.