El precio de la nueva Romareda ha abierto bastantes debates en los últimos meses desde que el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza dieron el paso para involucrarse en el proyecto. De los 140 millones de euros iniciales, las voces más críticas en el Consistorio lo situaban hasta en 240. Finalmente, la alcaldesa, Natalia Chueca, lo fijó hace unas semanas en 151 millones.
Así, teniendo en cuenta los 3,1 que ya se han destinado a los primeros derribos, la sociedad La Nueva Romareda ha sacado a licitación el gran contrato de construcción por 138,5 millones de euros. No se incluyen la instalación de tecnología, los asientos y el césped, que saldrán a concurso en primavera de 2026 por unos 9 millones.
En concreto, el pliego de condiciones recoge pormenorizadamente los conceptos de cada capítulo de la obra. Como ya avanzó la alcaldesa, Natalia Chueca, el montante total se divide entre 98 millones a precio cerrado, sin permitir ninguna modificación, y otros 40 donde cabe la revisión de cada licitador. Esto permitirá un mayor control del gasto por parte de la propiedad del estadio.
La edificación constituye la mayor parte del coste total, con 27 millones de euros destinados a la estructura del estadio, 22,8 para la cubierta y 10 para todo el envolvente. Igualmente, la demolición de la actual Romareda, que deberá estar finalizada en octubre, rondará los 1,8 millones, los movimientos de tierras ascenderán a 2 millones y la cimentación y contención estará en 6,9. Todas estas partidas entran en el precio cerrado, por lo que no admitirán variación.
Además, otros 14 millones se destinan a las instalaciones eléctricas, donde se incluyen desde 445.000 euros para placas fotovoltaicas, 394.000 de grupos electrógenos o casi 100.000 para las redes de tierra y pararrayos. También se destinarán cerca de 16.500 euros para colocar cargadores de vehículos eléctricos. Mientras, casi 870.000 euros serán para la iluminación general y deportiva.
Asimismo, el presupuesto de la obra contempla destinar 3 millones a la urbanización del terreno, 1,2 para equipamiento fijo y señalética. Hay, del mismo modo, 1,1 millones de la megafonía, que es, precisamente, una de las quejas de los aficionados cuando acuden al actual estadio.
Posibles 18 millones más
Por otro lado, el contrato también deja abierta la posibilidad de incrementar el coste de la obra en 18 millones de euros por posibles modificaciones, lo que dejaría el precio máximo en 156 millones. En cualquier caso, desde la sociedad La Nueva Romareda sostienen que no se admitirán ofertas que superen el presupuesto de licitación (los 138 millones).
Del mismo modo, la licitación fija las posibles sanciones en caso de que el contratista se retrase en alguna de las 20 fechas clave, 8 de ellas marcadas como penalizables si no se cumplen. Un desvío del 10% en el plazo asignado puede suponer hasta un castigo del 10% del valor certificado de la obra hasta ese momento. Si se supera ese marco, la propiedad del estadio podrá resolver el contrato.