Zaragoza

Ha quedado claro que las Fiestas del Pilar están, como quién dice, a la vuelta de la esquina. Presentadas las Ofrendas y sus novedades de este año por el Ayuntamiento, toca sacar los trajes regionales del armario y dar los últimos retoques antes de los días grandes de la ciudad.

Prueba de ello es la tienda San Jorge Indumentaria Regional Zaragoza, ubicada en la calle de Santiago, donde una veintena de ciudadanos esperaban para ser atendidos este lunes. Sea para pruebas, arreglos o compras de última hora, la venta este año está siendo "una locura", asegura una de las dueñas del local, Natalia Arbués.

Describe que su trabajo estos días consisten, principalmente, en dar puntadas y coser telas. "Seguimos vendiendo, haciendo pruebas y envíos, pero ahora apuramos las jornadas para hilvanar y bordar los últimos pedidos", alcara.

En su taller, ambas propietarias están especializadas en una prenda, "lo que ayuda a ir más rápido a la hora de remendar". Por ejemplo, Natalia se encarga de coser las faldas, mientras que su hermana "se encarga de camisetas o chalecos de hombre", apunta.

Incremento postpandemia

La demanda en estos establecimientos ha ido creciendo poco a poco desde "la gran bajada de la pandemia", explica la propietaria. Aunque siempre, las semanas previas a los festejos, en este pequeño negocio familiar acostumbran a tener una alta demanda.

"Siempre hay mucho trabajo, aunque no se puede negar que este año hemos alcanzado y superado números precovid", señala Arbués. La diferencia, desde que cayeron las ventas en 2020, ha sido "muy notoria entre este año y el anterior", incide la dueña.

A pesar de que la demanda ha crecido, los precios siguen manteniéndose "como siempre". A día de hoy, "un traje de diario oscila entre los 400 euros con complementos, tanto en hombre como mujer", ilustra la propietaria.

Si bien el coste de las prendas, varia según el uso. Arbués lo ejemplifica de la siguiente manera: "No es lo mismo vestirse con un vaquero que con un vestido de marca". Al igual que tampoco es igual ir con un traje de campesina, "que con ropas de gala".

Natalia Arbués cosiendo una falda de baturra. E.E Zaragoza

En cuanto a gustos y modas, "no suelen variar mucho porque son indumentarias muy tradicionales". Pero, como en todo, los gustos son de todos los colores y, siempre, "hay alguna excepción". Es el caso de una falda color Barbie que han confeccionado este año para una clienta, "aunque no es lo normal", asegura Arbués entre risas.

Sí que adelanta que el color negro está siendo una de las grandes demandadas. La causa de esta nueva 'moda' con tonos más oscuros, según la propietaria, tiene que ver con que "la gente vuelve a ir al Rosario".

Complementos

La compra de mantones y complementos nunca puede faltar a la hora de preparar los trajes de baturra. Testigo de ello han sido en la tienda de bisutería Bellostas, ubicada en calle Alfonso I, donde "como todos los Pilares" han notado una gran demanda.

En el caso de las alahas, se trata de un producto cuya venta se mantiene estable durante todo el año. "Los pendientes o collares siempre son una buena opción para regalar en cumpleaños", apunta Ángeles Peña, dependienta del local zaragozano.

Pero, cuando se acercan las Fiestas del Pilar, la venta de complementos para los trajes se convierte también en un "alboroto". Sobre todo, cuando la mayoría de clientes "son para hacer compras de última hora", añade Peña. 

Dentro del frenesí previo a los festejos, al igual que en las prendas, las joyas tienen también sus modas. "La tradición es lo que es, pero a veces se demanda más un tipo complementos u otros", explica. En concreto, este año "la tendencia es el oro, más que la plata", agrega la trabajadora.