Zaragoza

El 15 de diciembre es la fecha elegido para iniciar la construcción del estadio portátil del Parking Norte, en Zaragoza. Ese día se firmarán las actas y se dará el pistoletazo de salida de este proyecto, al que se trasladará el Real Zaragoza durante las próximas dos temporadas.

Desde entonces, tal y como se refleja en la oferta presentada por la UTE Nussli y Mariano López Navarro, las obras durarán 23 semanas. Son 20 días menos del plazo marcado en el pliego de condiciones, por lo que estará terminado a finales de mayo.

El anteproyecto diseñado por las empresas incluye el graderío, con 20.000 espectadores, tal y como se exigía en la licitación, un edificio de servicios con vestuarios, prensa y zonas de “hospitality”, zona para medios de comunicación, y espacios de servicio como taquilla, tienda o bares. Además, se plantea una ubicación para paneles solares en la cubierta de Preferente, pero sólo como una posibilidad.

El proceso de construcción comenzará con el acondicionamiento de la parcela y el levantado de redes que no estén en condiciones de ser utilizadas. Conforme avance el movimiento de tierras, se instalarán las redes situadas bajo los graderíos, para comenzar la pavimentación de esta zona lo antes posible.

Desde las empresas se descarta cualquier posible riesgo de falta de suministros, ya que el material modular se encuentra disponible en stock.

Reducción del coste de 1,5 millones

Mientras, el proceso de adjudicación continúa según los plazos previstos. Una vez excluida la propuesta de OHLA, la UTE formada por Nussli y Mariano López Navarro quedaba como única candidata. En su propuesta, se recoge una reducción del coste de 1,5 millones de euros.

Así, el precio de este estadio portátil queda en 12,7 millones. En concreto, las obras de acondicionamiento y las infraestructuras del Parking Norte costarán 2,6 millones de euros, y el propio estadio se elevará a 10 millones. De estos últimos, 5,6 corresponden al montaje, 3,5 al alquiler mensual, incluido el mantenimiento, y 945.000 euros al desmontaje.

Este estadio permitirá que el Real Zaragoza juegue durante dos temporadas lejos de La Romareda, y se acorte el plazo de construcción del nuevo campo. Ello facilitará, a su vez, que la capital aragonesa gane en comodidad y plazos para estar lista de cara a la celebración del Mundial 2030.