La Ofrenda Fluvial de las Fiestas del Pilar vuelve a estar en el aire. El robo del motor fuera borda que utilizan las embarcaciones y el estado del río Ebro, marcado por las últimas crecidas, podría obligar a suspender este acto, que se remonta a 2008.
El motor fue sustraído en junio, a las puertas del llamado Día del Ebro. Para recaudar fondos, los integrantes de la asociación Iberflumen organizaron el pasado 29 de septiembre un concierto solidario en el centro cívico Estación del Norte en el que actuó la Arrabal Big Band.
"Nos sentimos muy arropados, acudió mucha gente. La entrada costaba 5 euros y conseguimos 1.500", cuenta Pablo Polo, portavoz del colectivo. La cifra, sin embargo, queda lejos de los 4.750 euros que en su día costó el motor.
Esto hace que la agrupación, que actualmente cuenta con una docena de socios, la mayoría jubilados, siga teniendo la "angustia" de saber si saldrá o no este próximo 12 de octubre. "Si no lo hacemos será por causa mayor. Llevando niños y personas mayores no podemos arriesgarnos", agrega.
Este 2024, la Ofrenda cumplirá 16 años. "Hay pequeños que conocieron el Ebro con nosotros y que ahora son unos piragüistas expertos", cuenta Polo. El principal problema es que antes se podía navegar con un motor de dos tiempos, que costaba la mitad. "Pero ahora, por una cuestión medioambiental, tiene que ser de cuatro, y no queremos salirnos de la legalidad", completa.
En otras ocasiones les han dejado un motor de 20 caballos para salvar el expediente. "Pero es un motor que tiene 35 años y corremos el riesgo de que se pare. Si al final salimos llevaremos nada más que a 15 personas, no queremos arriesgarnos a ir con 22 como otras veces", señala el portavoz.
Este, en todo caso, no es el único factor que podría obligar a cancelar la Ofrenda. El estado del río también podría complicar todo. "Este domingo vamos a hacer una prospección para ver por dónde podemos pasar. Lo que está claro es que no vamos a apostar por kilos y kilos de adornos como en otras ocasiones", indica.