Los Vehículos de Transporte con Conductor (VTC) dan hoy un giro en su vida en Zaragoza. Desde este martes, únicamente podrán circular por las calles de la capital aragonesa aquellos que dispongan de licencia municipal, que son un máximo de 59, y desde el sector del taxi ya avisan de que estarán muy alerta para que no circulen más de las permitidas.
De hecho, desde la Asociación Provincial de Autotaxi Zaragoza han hecho un llamamiento masivo a los conductores a tener los ojos bien abiertos e, incluso, geolocalizar a aquellos coches de los que tengan sospecha. “Si hay algún coche trabajando, que llamen a la Policía directamente, los identifique y sancione si tiene que sancionar. Posiblemente, a futuro, nos querellaremos contra estas empresas por intrusismo y competencia desleal”, ha apuntado su presidente, Miguel Ángel Perdiguero.
En este sentido, la amenaza de huelga sigue en el aire y no descartan dar el paso si no se cumple la normativa. “Si vemos que en Zaragoza esta gente sigue trabajando, la Policía no lo persigue ni se le llevan los coches la grúa y hay pasividad desde el Ayuntamiento, está todo abierto”, ha aseverado.
Actualmente, según han explicado desde la asociación de Autotaxi, en Aragón hay 259 licencias de VTC para hacer servicios interurbanos. De ellas, 59 tienen licencia urbana para circular y trabajar por las calles de Zaragoza, y la mitad serían las denominadas “tradicionales”, como, por ejemplo, limusinas o coches de alta gama, que no son competencia directa de los taxistas. El resto, según los taxistas, son los que están sin controlar.
Esta situación comenzó a raíz del conocido como “decreto Ábalos”, que cedió a las comunidades la posibilidad de regular la entrada de más VTC en las ciudades, siempre que tengan licencia urbana. Esta norma generó 80 nuevas licencias en Aragón que se judicializaron, y ahora finaliza la moratoria de cuatro años que otorgó el juez.
Es más, desde el sector del taxi sostienen que “no es necesario” conceder más licencias de VTC, y que esas 59 actuales son “más que suficientes” para cubrir la demanda sin generar tensión en las calles. “Nosotros guardamos casi 500 coches fiesta todos los días porque no tenemos trabajo para mantener un equilibrio entre la rentabilidad y el servicio. ¿Cómo vamos a meter ahora 200 o 300?”, sostiene Perdiguero.
Esta batalla ya llevó a los taxistas a manifestarse por las calles de Zaragoza el pasado mes de junio, tomando las principales arterias de la ciudad. Ante ello, el Gobierno de Aragón les comunicó que se estaba trabajando en una nueva ley autonómica que garantizara la convivencia entre ambos modelos. En ella, se delimitaría de forma clara qué servicio pueden prestar cada una.