Cuenta atrás para uno de los días más especiales del año en Zaragoza… y para los floristas de la ciudad. Se estima que 10 millones de flores cubrirán este sábado (si la lluvia lo permite) el imperial manto de la Virgen del Pilar, y en el sector ya ultiman todos los preparativos para una fecha que, para ellos, aparte de lo simbólico y sentimental, es un espaldarazo económico para afrontar el resto del año.
No en vano, desde dos meses antes, los grupos más multitudinarios ya están encargando las flores, aunque siempre hay quien espera hasta tres o cuatro días antes o, incluso, acude el mismo día de la Ofrenda.
Así, el favorito para este año es el clavel rojo, coincidiendo con el color del manto de la Virgen, que varía cada año con el blanco. “La gente siempre quiere poner la misma flor. Se puede llevar la que quieras. Hay quien elige hasta llevar espigas. Se puede cualquier tipo de flor”, ha expuesto el presidente de la asociación de floristas de Zaragoza, Rubén Cebollero.
Un día que, en definitiva, es “muy especial” para todos los que se dedican al sector. “Trabajar para la patrona es muy satisfactorio. Es una fecha muy alegre y nos ayuda para el resto de meses que pueden ser peores”, ha apuntado. Además, la cercanía con el 1 de noviembre, otro de los días clave en su calendario, comprime todas las previsiones de ventas.
Los precios también se disparan
No obstante, como el resto de la economía, las flores no son ajenas al incremento de precios de los últimos años, principalmente por la subida de la energía. Se calcula que el ramo de una docena de claveles ha pasado, de media, de entre 15 y 18 euros a 20 y 24. “Intentamos traer más producto nacional, aunque no haya suficiente para esta fecha. Las subidas se han ido asimilando por las empresas, pero sí se habrá incrementado 3 o 4 euros desde 2020”, ha señalado Cebollero.
En este sector, pese a lo que se pueda pensar, ha “cambiado bastante”, sobre todo la forma del ramo y en conseguirlo más ecológico. “Antes siempre eran de una cara, grandes, con gladiolos, que llevaban celofanes y el lazo de Aragón. Ahora, desde la asociación hemos intentado cambiarlo. Ahora se lleva más un ramo de bastón, como si fuera de novia, cómodo de llevar, más estético y sin plástico o celofán”, ha explicado.
Lo que no cambia es el modo de venta. Pese a que se están potenciando los canales online, la compra presencial sigue predominando en las tiendas. “Todos tenemos página web, pero estas son más presenciales. Puede ser que te encarguen telefónicamente, pero hay que venir a buscarlo. No es un ramo que se envía a domicilio. Es costumbre en Zaragoza. Hay gente que lo viene a buscar ya vestidos de baturro”, ha expuesto.