Judit Macarro
Zaragoza
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Los presupuestos para 2025 son ahora un garabato con tambaleos en Zaragoza, que no han dejado a nadie sin sobre saltos. Lo acordado este jueves en la comisión de Hacienda ha dejado entrever un enfriamiento entre Vox y el PP, que podría complicarle a los populares cuadrar los números para el próximo año. De momento, las cuentas no salen.

Todavía queda aprobar lo acordado en el pleno lo este jueves en la comisión de Hacienda, donde se ha planteado, entre otras cosas, una subida de los impuestos de las basuras a un 3% (correspondiente al IPC). Una modificación en las ordenanzas fiscales relativas a la recogida y al tratamiento de residuos, que ha frenado la subida de un 13% (24% en dos años) y un 15% de las mismas que había presentado el Gobierno municipal en el proyecto. 

Unión de colores opuestos

Esta propuesta, presentada por el grupo municipal de Zec, ha tenido un éxito total, alcanzando mayoría por unanimidad. Vox ha cedido al incremento de la extrema izquierda, aunque aseguran mantenerse firmes en que "no deberían subir los impuestos de basura".

El PSOE se ha unido sin rechistar a la propuesta de la concejala de Zec, Elena Tomás, sobre que "pague el que más tiene". Mientras que el PP, tras el rechazo de los verdes, se ha visto empujado a rechazar su propia ordenanza. 

No ha pasado lo mismo con la tasa del agua, que sí subirán hasta el 13%. Los votos han sido 15 por parte del partido popular, mientras que la oposición ha sumado 12 (PSOE y Zec), contando con la abstención de vox "por el momento". 

Un tira y afloja que ha culminado con el encontronazo definitivo entre los dos partidos de derechas, que hasta ahora parecían ir de la mano.  La concejala, Blanca Solans, ha tomado represalias contra la postura de los verdes y ha decidido retirar de la orden la modificación de las plusvalías: de un 30% a un 20%.

Este Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (Plusvalía) es una línea inquebrantable para que Vox acuerde los próximos presupuestos. Pero, según ha alegado Solans, se trata de un asunto que requiere reflexión y "valoración de informes".

Represalias

La cuenta es sencilla, la plusvalía costaría unos 2,5 millones de euros a los fondos públicos. Cifra que, al contar con un 10% menos en basuras, ya no da la suma. Menos aún cuando, tal y como lo ha justificado Solans, este mismo jueves el Gobierno de España "ha expuesto que los Ayuntamientos no se podrán quedar en superávit". 

Una retirada del orden del día que no ha sido exclusiva. Nada más empezar, la portavoz socialista, Marta Aparicio, ha tomado la palabra para reclamar que la tasa pertinente a la zona azul y naranja no debía tratarse puesto que el contrato "no entrará en vigor hasta el mes de agosto". 

Aunque no todo han sido malas caras y retiradas de mano, puesto que la derecha sí ha estado de acuerdo en otras ordenanzas. Así, el IBI se mantendrá un año más al mínimo legal del 0,4, y se introduce una nueva bonificación del 90% para familias numerosas cuya vivienda tenga un valor catastral de hasta 40.000 euros. Esta nueva medida se suma a las bonificaciones existentes del 60% para las familias numerosas de carácter general y del 70% para las de carácter especial.

En Etiopía también han concurrido ambos partidos, dando el PP el visto bueno a la propuesta de Vox en cuanto a la tasa por autorización para el uso de espacios en el Centro. Aunque al llegar al punto de las tarifas de dominio público, los populares se han vuelto a encontrar solos con una nueva abstención de la extrema derecha.