El lunes ha comenzado con retraso para la mayoría de los zaragozanos. Los trabajadores del servicio de autobús urbano, junto con los de transporte por carretera en Aragón, estarán de huelga durante toda la jornada para reivindicar un adelanto de la jubilación anticipada a nivel nacional.
Una lucha del sector que ha afecta de manera colateral a los usuarios del bus urbano en Zaragoza. Este lunes a primera hora de la mañana se podía observar lo mismo en todas las paradas de la ciudad: largas filas de ciudadanos a la espera de ir al trabajo, el instituto o la universidad.
Ejemplo de ello ha sido Valeria Martínez, quien esperaba en la parada de San Juan Bosco número 7 para ir a la universidad. Como muchos otros, se enfrentaba a una demora que, tal y como lo ha definido la joven, "es una mierda para todos". Asegura estar de acuerdo con las reivindicaciones de los trabajadores, "la única responsable de esto es la empresa, espero que tomen medidas ya y no se demore la huelga porque los primeros afectados somos los ciudadanos".
Frustración de los usuarios
En su caso, señala que "no llegar a clase después de pagar mucho dinero por un abono anual es frustrante". Cuenta que no es algo puntual y que, la mayoría de los días, coge el autobús "a las ocho de la mañana", aunque "muchas veces" no puede subir porque "está lleno siempre".
Aunque Valeria entiende y apoya las demandas de los trabajadores, también expresa su preocupación por cómo esto afecta a los ciudadanos comunes. "Es comprensible que se quejen y que busquen mejorar su situación laboral, pero al final somos nosotros quienes pagamos las consecuencias y no la empresa. Deberían encontrar una solución que no perjudique a los usuarios", añade.
Junto a ella, muchos han sido los afectados que han comenzado su día con el pie izquierdo. La mayoría con ambos, porque muchos han sido los que han decidido caminar hacia su destino tras ver los tiempos de espera en las marquesinas.
Una señalización del tiempo que, además de contar con una espera de 20 minutos, no marcaba los minutos de manera fiable. Por ejemplo, el autobús 22 señalaba una llegada en diez minutos. Aunque, más que bajar la espera, al cabo de unos segundos volvía a los 15 minutos.
Paseos y taxis
"¿Están en huelga los conductores?", ha preguntado un señor de avanzada edad, en la misma parada en la que esperaba Valeria. Tras conocer la respuesta, su solución ha sido como la de muchos otros: "pues tocará ir dando un paseo", ha señalado.
Eso sí, paraguas en mano porque el día no ha acompañado a la huelga. Las nubes grises, con amenaza de agua inminente, y la bajada de temperaturas han hecho de esta mañana de lunes una fría espera para miles de ciudadanos.
La de ir andado hasta el destino deseado es una opción que han solo escogido aquellos que no tenían prisa. Algunos, con poca urgencia, han decidido seguir en la parada con otros usuarios más expectantes, y nerviosos, de que llegara uno de los buses. "No tengo ninguna prisa y no me importa esperar porque es por una causa justa", ha declarado Carmen, zaragozana que ha decidido visitar a su madre esta mañana. "Ya la he avisado de que llegaré tarde", ha añadido. Una demora de su cita que iba para largo porque de su autobús, el 38, ni siquiera salía el tiempo de espera.
Otros, más molestos que los anteriores, mostraban frustración y se han lanzado a la caza de un taxi. "Tengo que ir a trabajar, llevo ya un rato esperando y no puedo llegar una hora tarde", cuenta una de los usuarios antes de subirse al coche.
Sobre la huelga de los conductores se ha pronunciado también la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, quien ha apuntado que, desde el Ayuntamiento, se han decretado "unos servicios mínimos del 60%". En cuanto a las incidencias de esta mañana, ha asegurado que, incluso cuando los trabajadores han secundado en un 85%, "no ha habido apenas problemas más allá de retrasos, con los que hay que ser cautos y respetar el derecho a huelga de las personas".