Zaragoza
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Tristeza y desolación entre las calles de Villafranca de Ebro horas después del trágico incendio en la residencia, que se ha cobrado la vida de diez usuarios. Autoridades y vecinos han guardado un sentido y respetuoso minuto de silencio frente al Ayuntamiento como muestra de dolor por las víctimas. El Gobierno de Aragón ya ha declarado un día de luto oficial.

La mayoría de estos usuarios son conocidos entre los vecinos del pueblo, que, entre lágrimas, lamentan la pérdida de estas diez personas. “Muchos vienen a misa y les conocemos de todos los domingos. Hacen vida normal y vienen a comprar, a misa, se toman algo en el café…”, recuerda Mari Paz, emocionada.

Esta vecina de la localidad se ha enterado de madrugada del incendio al ver luces en las afueras de su casa y el ajetreo de los coches. “He empezado a ver luces en casa y he pensado que algo ha pasado. Luego he visto muchos coches de Guardia Civil y bomberos. Le he dicho a mi marido que algo pasa. He pensado en algún accidente en la carretera, pero he visto que han dejado los coches cerca en la residencia”, comenta.

De inmediato, Mari Paz ha tratado de hablar con alguno de sus amigos o conocidos en la residencia, que sentían la muerte de Isabel, la usuaria de la habitación en la que se ha generado el fuego. “Eran como hermanos y le ha hecho duelo. A él aún no le habían dicho aún quienes eran los fallecidos. Esa chica no salía de la residencia. Sabía que su habitación era esa y que había fallecido”, detalla la conversación con otro usuario de la residencia, que ha salido ileso.

La alcaldesa, Volga Ramírez, ha incidido en el impacto que tiene esta tragedia en un pueblo de menos de 900 habitantes. “Nos conocemos todos. Salen al bar, vienen a la piscina, a las fiestas… Son unos habitantes más de Villafranca. No hay ninguna distinción por tener problemas de salud mental. Tienen todo el contacto del mundo”, ha contado.