Cariñena está de enhorabuena. La localidad ha sido elegida como Capital Europea del Vino para el próximo 2025, un título para el que se ha impuesto al municipio valenciano de Requena. De esta forma, se convertirá en el gran referente del sector durante el año que viene, con un amplio programa de actividades en torno al vino.
Una amplia delegación de Cariñena, encabezada por su alcalde, Sergio Ortiz, se ha desplazado hasta Bruselas para defender ante el jurado las fortalezas de esta zona, como su amplia dedicación, cultura e historia vinícola. Entre ellos, además, ha acudido uno de los miembros de B Vocal, Augusto González, disfrazado de Goya, y representantes del grupo Baluarte Aragonés, junto a representantes institucionales.
Un reconocimiento que Ortiz ha agradecido a las más de 300 instituciones aragoneses que han apoyado la candidatura, con el Gobierno de Aragón y la Diputación de Zaragoza a la cabeza. “Vamos a desarrollar un amplio programa, donde también tendrán cabida los municipios de Calatayud, Borja y Barbastro, que nos ha apoyado. Queremos que sea una celebración de todo Aragón para impulsar el enoturismo”, ha afirmado nada más recibir el nombramiento.
El título de Ciudad Europea del Vino tiene como meta difundir la cultura, paisaje, gastronomía y patrimonio del lugar elegido. Las candidaturas siempre deben tener una dimensión europea y demostrar creatividad, siguiendo criterios la implicación del máximo número de actores económicos y sociales del territorio o la creación de un proyecto catalizador para el desarrollo.
Cariñena ha conseguido este reconocimiento en su segundo intento, tras 2020, y sucederá en la distinción a la región del Alto Piamonte y Gran Monferrato, en Italia. Es la primera vez que una ciudad aragonesa logra esta distinción.
Los promotores de la iniciativa destacan que las actuaciones serán un escaparate nacional e internacional para la promoción turística de toda la comarca de Campo de Cariñena y las localidades pertenecientes a la D. O. Cariñena, así como la excelente gastronomía de la zona, con los vinos elaborados en la Denominación de Origen como estandarte.
La vicepresidenta de la DPZ, Teresa Ladrero, no tiene dudas de que “será un año especial”, lleno de actos y con una intensa programación para dar promoción a la cultura del vino. “No sólo tiene importancia desde el punto de vista de la tradición y el patrimonio, sino que, con moderación, es bueno para la salud. Los productores hacen un gran trabajo. Estamos muy orgullosos”, ha señalado.