Dos meses y medio después de que la tienda Tuc Tuc del barrio del Actur de Zaragoza se incendiara parece que comienza un nuevo camino para este local de ropa de bebé que quedó calcinado por las llamas propiciadas en el interior del establecimiento el pasado 9 de septiembre.
Tamara Forcén, una de las dependientas de la tienda, ha sido una de las encargadas de volver a levantar la persiana del local. Este nuevo comienzo es aún más especial para Tamara ya que fue la última trabajadora que salió de la tienda antes de que se produjera el incendio a las 20.10: "Me llamaron por teléfono como que se estaba quemando la tienda, no me lo podía creer porque acaba de salir trabajar y a lo que llegué ya estaban los bomberos", recuerda a EL ESPAÑOL Tamara.
El fuego se originó por un cortocircuito del aire condicionado en el falso techo del local en la calle Ildefonso Manuel Gil número 12 provocando una gran cantidad de humo que despertó la preocupación de los vecinos al desconocer lo que estaba ocurriendo, señalaron a este periódico en el momento de los hechos. Además, los inquilinos de los pisos superiores tuvieron que ser evacuados por precaución.
Al originarse en el falso techo reconoce esta trabajadora que hizo que no se diera cuenta de "nada" de lo que estaba ocurriendo en el interior mientras terminaba sus labores: "Nos calcinó todo lo que es el almacén y la tienda, todo quemado", matiza Tamara.
Este martes 10 de diciembre han abierto aunque aún quedan aspectos que pulir y es cuestión de tiempo que se encuentren al 100%. "Tenemos la ropa en burras porque hasta el sábado no nos montan los muebles y ya la semana que viene se abre normal con muebles y todo montado en la tienda", explica esta trabajadora. Aunque tanto el almacén como el local se encuentran completamente restaurados en buenas condiciones.
Estos dos meses y medio cerrados han supuesto pérdidas económicas. A pesar de este aspecto, esta dependienta matiza que por parte de la empresa les han facilitado todo en todo momento: "Hemos estado completamente aseguradas y no hemos perdido nada, ahora ya toca continuar hacía delante", señala esperanzada Tamara, que conforma el equipo junto a su compañera, Juana.
La reapertura ha sido un poco a medio gas al no haber realizado una comunicación oficial por parte de la empresa, aunque se encuentran remontando: "La apertura estuvo bien, no se vendió mucho, pero este miércoles ya se ha visto más movimiento por el boca a boca y la gente se ha ido acercando", señala Tamara.
Los vecinos también han notado la falta del negocio al estar en un barrio residencial como es el Actur y justo debajo de un bloque de pisos. "Los vecinos se volcaron enseguida cuando ocurrió y todos se han alegrado que volviéramos a abrir", detalla esta dependienta. Ahora se afanan en volver a la normalidad y dejar atrás estos meses de inactividad y del susto que produjo el incendio de la tienda.